Conclusión Buenos Aires – Aldo Battisacco

El ex secretario general de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Esteban «Gringo» Castro,  sostuvo en  dialogo con Conclusion que los proyectos liberales sumen al pueblo en un proceso de resolución de lo inminente, y necesidades que aherrojan la potencialidad del pueblo que no puede debatir un proyecto común. La postergación de esa dinámica de construcción, limita el encuentro entre los sectores de la comunidad e impacta fuertemente en el presente y condiciona la resolución de las prioridades políticas y sociales a futuro.

El dirigente social caracterizó que «el triunfo de Milei refleja la debilidad que tuvimos para construir unidad concreta, en acciones concretas, y eso derivó en una derrota electoral. Pero previo a la derrota electoral, hay que analizar cuáles han sido nuestras fallas, como parte del movimiento nacional. Venimos observando desde hace mucho tiempo, y lo expresamos en los distintos foros y actos que hicimos, que había una desconexión entre los sectores populares más empobrecidos -sobre todo a partir de la llegada del macrismo- que logró una desconexión entre esos sectores y los sectores que terminan ganando votos, inclusive de nuestro sector».

«La desconexión durante un gobierno popular a veces se produce porque tenés cuadros territoriales que pueden llegar a ocupar lugares estratégicos en el Estado, por lo tanto los perdés en territorio, entonces el territorio se te vacía de compañeros que den discusiones estratégicas. De todas formas, desde los movimientos populares y ciertos sectores del movimiento obrero y ciertos sectores del empresariado, tuvimos algunas ideas en relación a la construcción de nuevas ciudades, propuestas alternativas a la que hoy existe».

En relación a los factores que inciden en la implementación de una dinámica de construcción de poder, Castro señaló que existe «una concentración económica a nivel mundial fijada en el capital financiero internacional y alta concentración poblacional en los grandes centros urbanos que no permiten una vida digna. Se hicieron propuestas que requieren una presencia muy fuerte del Estado para desarrollar estrategias, por ejemplo producción alternativa de alimentos, generar nuevas ciudades pero con fábricas, con empresas, discutir inclusive todo el trazado logístico. Hubo intentos, fue muy difícil, porque el gobierno de Macri nos puso en emergencia permanente. Resolver lo inmediato, lo urgente y con muy poca posibilidad de discutir la estrategia. Sin discusión estratégica de qué país queremos, es muy complejo avanzar y es muy complejo que los sectores populares adhieran a un proyecto político».

Escucha a Esteban «Gringo» Castro

«Cuando se dice acciones concretas, implica que se involucren. Entonces todo el mundo está haciendo la diaria y resolviendo la emergencia. Salir de ese lugar es complejo, ganó Milei y profundizó la desconexión. Ahora, por ejemplo, ni siquiera nuestros compañeros en los comedores están recibiendo los alimentos. Congelaron el salario social complementario que tanto nos costó ganar durante el macrisismo apoyados por la CGT, que fue una experiencia única y ojalá que sea repetible, pero es difícil. El 18 de noviembre del 2016 una movilización entre la CGT y todos los movimientos populares de más de 250.000 personas logró el salario social complementario. Hoy, por errores propios y una influencia durísima de este gobierno, lo congelan, así, en dos meses hubo 60% menos de ingresos como salario social complementario, ahora va a haber otro del 20%. Es decir, se caerá de salario social complementario entre el 50 y 60%».

En la misma línea, el ex titular de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, explicó que en los comedores populares no hay plata, y además de reprimir con gas pimienta a los compañeros que movilizaron al Ministerio de Capital Humano, la ministra planteó que no quería hablar con dirigentes, que hagan una fila porque quería hablar con los pobres con el DNI en mano, para que le digan que tenían hambre, y no tenían comida. Fíjate el planteo de esta vez, sinceramente nunca vi una cosa así, sin embargo, no hubo reacción violenta de nuestros compañeros. Prácticamente es un insulto. De todas formas, si quiere atender a 15 o 20 mil personas, no tiene lógica. Este gobierno quiere romper cualquier estructura organizativa popular, ya sea de los sindicatos como de los movimientos populares, porque es la columna vertebral del movimiento nacional que tenemos que seguir construyendo.

Consultado cuál es el acompañamiento que tienen de otros sectores del campo nacional, en concreto y más allá de lo que uno puede entender, como expresión solidaria, Castro respondió que hay otro secretario general en la UTEP y una mesa ejecutiva, pero lo que me van comentando es que hay mucha necesidad y mucho ámbito de discusión y articulación, inclusive con la Iglesia Católica, y la Iglesia Evangélica, todas estas articulaciones se están dando, pero a mí me parece que también lo que se está discutiendo es profundizar el debate con aquello que no está organizado. O sea, profundizar el debate con el pueblo».

Este gobierno quiere romper cualquier estructura organizativa popular, ya sea de los sindicatos como de los movimientos populares, porque es la columna vertebral del movimiento nacional que tenemos que seguir construyendo

En ese marco dijo que es necesario «ampliar la base de sustentación del comedor o del merendero, convocando a todos los compañeros que de alguna manera se los vienen asistiendo y decir, acá está el problema, y preguntarles cómo les parece -en una escucha profunda- que resolvamos el problema. Es un método de trabajo, que lo hemos hecho, y lo interrumpimos, lo hemos vuelto a hacer, y así realizar un trabajo de unidad territorial que genere las condiciones para una demanda plena,para resolver la urgencia y de discutir el proyecto ahí.

Esto lo venimos haciendo como podemos. Ahora hay que profundizarlo y obviamente que faltan los cuadros para hacerlo y muchas veces el pueblo reniega de la política. No se quiere juntar con actores sociales y políticos. Entonces hay que romper todo ese prejuicio y la tarea para adelante me parece muy difícil, pero si ir en pos del triunfo popular. Eso tiene que tomar carácter político, carácter organizativo. Mirando  la coyuntura.

La movilización social no tiene que parar

Preguntado si dan los tiempos para que este plan de trabajo tenga posibilidad de ser concretado, y si es importante que en esa mesa también haya más actores, el referente social expresó que «en la mesa tienen que estar todos los sectores del campo nacional, empresarios, dirigentes sociales, políticos, pero en el caso nuestro que tenemos el perfil territorial barrial, queremos profundizar y tenemos que llevar a los otros sectores a discutir con el pueblo. Pero no llevarlo a la rastra, porque eso no tiene ningún sentido. Y en el debate político plantear el diálogo y escuchar profundamente y hablar a charlar. Ya vengo haciendo ese trabajo».

«Hay que profundizar el diálogo pero parecería que eso siempre hay que dejarlo para un segundo momento. Porque hay que atender lo urgente. Yo creo que hay que hacer las dos cosas al mismo tiempo. Y ese es un proceso complejo, difícil. Lo fuimos haciendo en los 90. Lo hicimos durante el macrismo. Hay que hacerlo ahora. Y si Dios quiere y la Virgen, viene un gobierno popular, no hay que dejar de hacerlo. Hay que seguir insistiendo. Las luchas gremiales hay que seguirlas dando».

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