El observatorio “Ahora que sí nos ven” indicó que durante el mes de enero hubo 25 femicidios en Argentina, mientras que al menos 16 niños, niñas y adolescentes perdieron a sus madres a causa de la violencia de género. Para MuMaLá, en tanto, los crimenes por motivos de género reportados en el primer mes del año ascienden a 27.

El relevamiento de “Ahora que sí nos ven” –que se realizó entre el 1 y el 31 de enero, a partir de noticias publicadas en medios gráficos y digitales de todo el país– arrojó que hubo un femicidio cada 30 horas. De los 25 crímenes registrados, 22 fueron femicidios íntimos de mujeres, y 3 fueron femicidios vinculados, es decir, cuando el agresor mata a un familiar o allegado de la mujer con el objetivo de hacerle daño.

Del total de víctimas registradas en el primer mes del año, tres habían denunciado previamente a su agresor, y dos de ellos tenían medidas judiciales. Además, en el mes de enero se reportaron 16 intentos de femicidio y 3 intentos de femicidios vinculados.

En cuanto al lugar donde se cometieron los femicidios, el estudio indicó que un 36% de los crímenes ocurrieron en la vivienda de la víctima, un 28% en viviendas compartidas entre la mujer y el femicida, un 8% en la vía pública y un 4% en la vivienda del agresor.

En relación a los femicidas, se indicó que en el 36% de los casos fueron parejas de las víctimas, en el 24% se trató de exparejas, en el 8% de familiares y en el 4% de conocidos.

“Mientras el Gobierno Nacional quiere revalorizar las fuerzas de seguridad y armadas, 2 de los femicidas pertenecen a estas organizaciones, el 12% de las víctimas habían realizado al menos una denuncia y el 8% tenían medidas de protección”, apuntó el relevamiento.

De acuerdo al “mapa de femicidios”, se puede ver que la provincia que registró mayores crímenes en el mes de enero fue Buenos Aires, con 8 casos; seguida por Santa Fe, con 4; Chaco, con 3; Salta y Misiones, con 2 cada una; y La Rioja, Córdoba, Entre Ríos, Mendoza, Chubut y la Ciudad de Buenos Aires, con un asesinato por violencia de género.

Por último, el Observatorio analizó cómo afecta el contexto político a la profundización de la violencia de género: “Vivimos en un contexto de retrocesos de nuestros derechos, de constantes ataques a los feminismos, de desmantelamiento de las políticas públicas que atienden la problemática de la violencia de género, de crisis económica y social, de desprotección a las víctimas, todo esto fogoneado y orquestado por un gobierno que desprecia las diversidades, que ignora la desigualdad de género y que minimiza los crímenes hacia las mujeres y diversidades”.

Asimismo, la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá) también realizó un relevamiento basado en noticias y señaló que, en el mes de enero, hubo 27 femicidios en el país, es decir, “un femicidio cada 27 horas”.

 

Del total de crímenes, 20 fueron femicidios directos, tres fueron vinculados, dos fueron por narcotráfico o en el marco del crimen organizado, uno fue un transfemicidio y el restante fue un suicidio por motivos de género.

Con estos números, unos 17 niños, niñas y adolescentes se quedaron sin madres. Asimismo, MuMaLá indicó que, en enero, se registraron 39 intentos de femicidio.

“Mientras la violencia por motivos de género mata cotidianamente, el Gobierno elimina Ministerios, desjerarquiza políticas públicas, cierra programas y precariza la atención de la línea de asesoramiento 144”, denunció el organismo.

Asimismo, se apuntó que el 67% de los femicidios fueron cometidos por parejas o exparejas de las víctimas: el 48% de los crímenes fueron cometidos con armas blancas y el 76% ocurrió en la vivienda de las mujeres, travestis y trans asesinadas. Además, se destacó que casi la mitad de los asesinatos ocurrieron durante la madrugada.

La edad promedio de las víctimas fue de 40 años, mientras que el 52% de ellas tenían hijos o hijas, el 5% estuvo desaparecida y el 43% convivía con su femicida.

En cuanto a los agresores, la edad promedio es de 43 años. El 14% de ellos se suicidó tras cometer el crimen, o intentó hacerlo; el 14% también tenía antecedentes penales por violencia de género; mientras que un 14% abusó sexualmente de la víctima.