Lo que se originó como una asamblea de los empleados de la empresa de transporte Ciudad de Córdoba, resultó en un inesperado paro que dejó a cientos de miles de personas sin transporte en la capital de aquella provincia.

Los choferes están en desacuerdo con la paritaria firmada días atrás por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) a nivel nacional. Por eso, este lunes se concentraron frente a la sede de UTA, y de ahí comenzaron a marchar hacia el Ministerio de Trabajo.

Allí los manifestantes arrojaron todo tipo de objetos al edificio y tiraron huevazos al cordón policial que custodiaba el ingreso. En el interior, se encuentran el ministro de Trabajo de la Provincia, Omar Sereno, el interventor de UTA Córdoba, Luis Arcando y delegados.

El motivo principal del malestar de los choferes es el acuerdo salarial del 21 por ciento, más sumas fijas no remunerativas en enero, febrero, marzo, abril y mayo, además de aumentos en los viáticos, alcanzado por la UTA a nivel nacional.

La Municipalidad intimó a la empresa a brindar el servicio. El intendente de la ciudad Ramón Mestre explicó que se intimó a las empresas para que restablezcan la prestación bajo amenaza de sacarle la caducidad de las licencias.

Por su parte, el gobernador José Manuel de la Sota calificó de “bochornoso” el paro y llamó a debatir un proyecto que prohíba interrumpir los servicios públicos de manera abrupta. “No hay justa causa que autorice a perjudicar a toda una población”.

Por la tarde, algunos colectivos intentaron retomar el servicio, pero fueron agredidos en pleno centro de la ciudad por trabajadores de la empresa Ciudad de Córdoba y los transportistas dejaron de circular.