Por Aldo Battisaco- enviado especial en Buenos Aires

Tres comisiones de la Cámara de Diputados de la Nación debatieron este jueves sobre la legalización de la marihuana para uso medicinal con la presencia de varios especialistas. Los legisladores buscan unificar los proyectos presentados desde distintos bloques. Las comisiones de Salud, Seguridad Interior y Legislación Penal trataron la temática con el fin de modificar la actual ley nacional 23.737 sobre tenencia y tráfico de estupefacientes.

Hasta el momento presentaron proyectos Carolina Gaillard, Diana Conti, Nilda Garré, Daniel Di Stefano (FpV), Darío Giustozzi (Juntos por Argentina), Karina Molina y Ana Laura Martínez (Pro), entre otros.

El debate contó con la presencia de diversos especialistas, como representantes de la Comisión de Investigaciones Científicas, la Sociedad Argentina de Cardiología y organizaciones como Cameda (Cannabis Medicinal Argentina) y Mamá Cultiva. También fueron convocados Jorgelina Devoto y Horacio Reyser, del Observatorio de Prevención del Narcotráfico (Oprenar), Silvia Cristina Cortese (Asociación Toxicológica Argentina), Marcelo Rubinstein (Conicet) y Valeria Anabel Malinovsky (Sociedad Argentina de Pediatría).

Fuera del recinto

Mientras los legisladores deliberaban, un grupo de personas se manifiestaban en la vereda que rodea el anexo de la Cámara de Diputados con una gran cantidad de carteles que piden la despenalización del uso y siembra para consumo personal.

El pedido se funda en que el gobierno propugna la importación de un derivado del cannabis para uso medicinal y prohíbe el autocultivo. Según los interesados en que se legalice la siembra para uso personal también alegan que el gobierno nacional fomenta la importación de España, Uruguay y Chile.

El aceite de cannabis con uso medicinal ya fue permitido en Chubut, cuya importación es realizada por el propio estado provincial. Por tanto, en el caso de la administración Macri lo haría el Ministerio de Salud de la Nación. Actualmente la propietaria de la ex Monsanto (recientemente adquirida por Bayer) intenta hegemonizar por medio de una patente la venta en el mundo.

Uno de los manifestantes en el lugar, contó a Conclusión que cultiva una planta, de la cual extrae un aceite que le proporciona a su hijo para el tratamiento de la epilepsia. El hombre, proveniente de Chubut, relató que su hijo “pasó de tener 200 convulsiones por día a tener cinco por semana”. “Por eso yo necesito este aceite, no el que viene de Estados Unidos, este que puedo hacer en mi casa”, completó.

“El tratamiento medicinal con cannabis es muy amplio. No hay un producto homogéneo que sirve para todo, a cada paciente le sirve algo diferente. Esa es la importancia que tiene el cultivo, que vos puedas encontrar lo que a cada uno le haga falta. De las miles de cepas de plantas que hay vos podés probar hasta encontrar lo que a vos te ayuda. Y eso es lo importante. Si viene un solo producto, puede no servirte y te quedas sin nada”, continuó el hombre.

“En Chubut la única respuesta es permitir la importación del aceite Charlotte, que es una marca, una cepa”, destaca el hombre.

Conclusión dialogó con la diputada nacional por Corrientes Araceli Ferreira, quien afirmó que «hay madres que han hecho el trámite legal y lograron la autorización para traer aceite de cannabis desde Chile, lo que pasa es que sale muy caro. Y permitiría que sólo un sector con cierto poder adquisitivo pueda acceder al producto». «Hay mucho de negocio, sin duda las grandes empresas, que no les importa la salud, van a querer meterse en el tema. Por eso es tan importante la cuestión del autocultivo», resaltó la legisladora. Ferreira sentenció: «Hay que dejar de tratar a las madres que cultivan como si fueran dealers o narcotraficantes».

«Médicos, jueces, y diferentes organizaciones nos están diciendo que no se puede seguir penalizando el cultivo de cannabis porque está comprobado que el uso de aceite de cannabis genera mejorías inmediatas para casos de epilepsia refractaria, autismo, cáncer, por ejemplo. Incluso los medicamentos tradicionales poseen muchas contraindicaciones severas, que el cannabis no tiene. Así que muchas madres nos piden que se termine con el prejuicio, que hace que ellas tengan que cultivar en la clandestinidad», contó Ferreira. A su vez, la legisladora informó que el Ministerio del Salud anunció que van a realizar estudios clínicos con diferentes productos. «Esperemos que el oficialismo entienda que la salud es un derecho y no puede esperar», cerró la diputada.