El Gobierno nacional define por estas horas la nueva etapa de la cuarentena a partir del 21 de septiembre, que tendrá el foco puesto en el interior del país y apelará a la responsabilidad individual.
Fuentes del oficialismo dejaron trascender que en el seno del Gobierno admiten la ausencia de «margen para cerrar» en el AMBA, y afirmaron que «ahora la lupa está puesta en el interior».
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En ese escenario, todavía no está definido cuándo van a ser las reuniones entre Nación, Provincia y Ciudad (de Buenos Aires) para puntualizar los pasos a seguir, algo que habitualmente se cumplió en la previa de los anuncios anteriores, pero que ahora podría cambiar en medio de la tensión entre Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta por la coparticipación.
«La realidad es que en la Provincia la situación está estable. De hecho en las últimas semanas hubo un descenso en la velocidad de los contagios», señalaron en el entorno de Axel Kicillof.
«En el AMBA, en las últimas tres semanas el nivel de contagios bajó de 35.350 a 31.470, y de ahí a 26.61. Ahora los casos crecen en el interior de la Provincia», describieron.
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Uno de las provincias que más preocupación genera es Santa Fe, donde se admite que el sistema sanitario está «apretado», dado que el 70% de las camas de terapia intensivas están ocupadas, mientras que en la ciudad de Rosario la ocupación es del 85%.
«La mayoría de los contagios se registran en el sur de Santa Fe, con Rosario como epicentro. Hay contagios derivados del AMBA y crecimiento propio», explicaron.
