El Gobierno decidió importar billetes de $1.000 desde España con el fin de evitar un posible faltante de circulante de cara a la mayor demanda de fin de año.

El pedido realizado a la Casa de Moneda y Timbre de España tiene la intención de garantizar el abastecimiento en una época del año en la que estacionalmente crece el uso de dinero.

Fuentes de la autoridad monetaria indicaron que el organismo encargó la confección de billetes a Casa de Moneda para hacer frente a las necesidades especiales de efectivo que derivan de la crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus.

Al respecto, señalaron que a lo largo del año “se registran dos picos históricos de demanda de billete, en julio y diciembre”.

En ese sentido, subrayaron que “alcanzado el nivel máximo de producción de Casa de Moneda, se optó por la importación de billetes de distintas fuentes” y aclararon que los precios acordados “responden a los valores de mercado”.

En septiembre, el Banco Central había cerrado un contrato para importar 400 millones de billetes de $1.000 desde Brasil y hacer frente a la demanda local luego de pedir presupuesto a otros países que luego fueron descartados por diferentes motivos.

Así, la mayor parte de la impresión de los billetes buscados por la Argentina estarán a cargo de Brasil, mientras que un porcentaje menor será emitido en España, lo cual además representará un costo mayor para la Argentina.

Según había publicado el periódico brasileño especializado en economía, Valor Económico, la producción en Brasil iba a comenzar en octubre, mientras se esperaba que se extendiera hasta marzo de 2021.

En tanto, en julio pasado, el Gobierno llamó a una licitación internacional para abastecerse de billetes de $500 con el fin de evitar un posible faltante de circulante.

La administración de Alberto Fernández había decidido ese mes suspender la emisión de billetes de nueva denominación de $5.000.