Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires  

El presidente de Industriales Pymes Argentinos, Daniel Rosato, advirtió que las distribuidoras y administradoras de energía están empujando al sector pyme al cierre de las pequeñas empresas y como resultado de esto al desempleo.

En concreto, a la situación de cuarentena que generó la pandemia de coronavirus, que llegó a nuestro país, y el modelo que caracterizó la gestión de la Alianza Cambiemos, se le suma una política «usuraria» de las empresas de energía «ya que por un día de atraso en el pago de las facturas, aplican 10% de interés».

En diálogo con Conclusión el empresario, explicó que se vive «una situación especial y las proveedoras de energía deberían amoldarse a esta realidad que padecemos», y «no cobrar las multas usurarias».

Rosato señaló que actualmente se nota «la ruptura de la cadena de pago, y las pymes industriales también manejan dinero en efectivo, debido a la cuarentena gran parte del sector pyme y el comercio no están activos. Y las empresas que producen no pueden vender».

-¿Cual es el efecto inmediato de lo que usted describe?

-Produce falta de dinero en el mercado, y no se puede cumplir con algunas obligaciones, las tarifas energéticas entre ellas, por ejemplo las empresas electrointensivas compran al mayorista la energía y paga un peaje a las distribuidoras, en ese caso hablamos de Edesur.

-¿Cuál es la potestad que las energéticas tienen, o quien se la confirió para aplicar estos intereses. En que se amparan?

-Está estipulado por reglamento, y los hacen facultados por decisión de la autoridad competente, esto no es nuevo, ya viene de larga data. Hoy actúan como si no pasara nada. Pensemos que ninguna pyme por un atraso en un cobro puede cobrar el 1 por ciento. Si tenemos en cuenta que hay pymes que hoy piden crédito para pagar salarios, quiere decir que no puede pagar nada o está al borde de quebrar.

-¿Qué medidas requieren para evitar la debacle?

-Al igual que lo que se hace con el coronavirus, hay que tomar medidas preventivas viendo que pasa dentro de un tiempo porque tal vez se puede extender la cuarentena. Se potencia el problema de liquidez y se ira agravando. Se deberá consensuar con las energéticas acuerdos para evitar el desastre. Y de parte del gobierno -del cual ya tenemos respuestas del ministro Matías Kulfas- la forma de evitar los abusos de las energéticas.

-¿Rosato a que se refiere cuando dice que la energéticas incurren en abusos?

-Hacen constar en las facturas consumos que no son reales y los montos no se ajustan con la cantidad de energía que utilizamos. Se consumen 400 mil kilowatts y consignan en la boleta al mes siguiente de 700 mil kilowatts. Pero para reclamar, primero debemos pagar. Conjuntamente con esto, pagamos a Edesur un peaje y por otro lado compramos -al ser electrointensivos – a Camesa por ser el mercado mayorista.

-¿Y que se les dice desde Camesa?

-Que no hay aumento nos dicen, pero incorpora items en los que comunica que por mayores costos en el mercado eléctrico mayorista, que incorpora sumas de dinero por encima que no sabemos con qué se condicen. A mi empresa papelera llegó una factura con un millón de pesos más que el mes pasado. Comparado con febrero del año pasado la diferencia es de un millón doscientos mil más. Y al hacer el reclamo, nos envían a Edesur que no contesta. El costo de energía está especificado, pero hay un aumento encubierto que no se entiende. Las empresas de energía no comprenden los problemas que se generan en este contexto de urgencia por múltiples factores, agravado por el coronavirus.

-¿Ustedes que hacen para evitar este atropello?

-Denunciamos para que el gobierno, que ya está acompañando, pueda auditar a las generadoras. Decidimos actuar, pero en medio de esta tormenta sanitaria no se puede avanzar, esto puedo llevarnos unos meses, pero mientras tanto corremos el riesgo que nos corten la energía. Hay que pagar nos dicen.

-¿Cómo impacta la crisis que trae la aparición del coronavirus en la producción de las pymes vinculadas a satisfacer necesidades de la población?

-Proveer alimentos y productos de aseo y limpieza, es una prioridad, pero también dentro de estas empresas se generó una psicosis en los trabajadores a causa de este virus y sufren. Hay trabajadores con problemas de pánico, otros que hay que otorgarles la licencia porque son mayores de 60 años, o problemas diversos de salud. Y esos sueldos se tienen que pagar. Esto genera un importante monto de dinero para pagar, que impacta en la productividad, pero no podemos reemplazarlos porque entendemos que es un momento para absorber, porque es la responsabilidad social que se necesita para enfrentar este momento amargo. También, ya muchas empresas no pueden cumplir compromisos asumidos con sus clientes. Tenemos que trabajar junto con el gobierno para atender la multiplicidad de temas que nos afectan. Para cumplir con el suministro que demanda la sociedad.

-¿Hay temor de que se genere una ola de desempleo?

-Ninguna pyme quiere despedir a parte de su personal, pero hay pymes pequeñas que no dependen de clientes con una actividad que no se suspende nunca, como una petrolera, las que si dependen de contratos con proveedores que asisten a los que no paran nunca de producir porque los necesita el país. Sin embargo, hay otras que no pueden producir y tienen que pagar sueldos. En este punto cabe aclarar que hay gente que se aprovecha de esta situacion y otra que le vive. Pero ya no se sabe qué pasará si hubiere cuarentena total. A los trabajadores hay que adelantarles el sueldo para que puedan vivir. 

-¿Cual es el marco de crisis que enfrentan más allá de esta coyuntura?

-Hay empresas que arrastran una crisis desde el 2019, con problemas de endeudamiento y que entraron en moratoria, aunque a pesar del principio de reactivación que comenzamos a ver , como textiles, calzado o metalmecánicas que pensaban reactivarse, comenzaron a pagar sus compromisos y ahora se encuentran que deben marchar atrás por causa del coronavirus, coincidimos con las medidas del gobierno, pero estamos ante un enemigo que nos esta matando de a poco y no se puede hacer mucho. Se puede pensar que hay que defenderse pero no conocemos la manera de hacerlo. 

-¿Que desafíos se impone hacia el futuro, visto que el mundo que se conoce va desapareciendo?

-Necesitamos replantearnos tras la pandemia, que debemos hacer para encarar un nuevo proceso, imagino que se tendrá que poner acento en un plan estratégico de industrialización del país. Tenemos recursos para generar y desarrollar. Se impone cortar con cierta dependencia que Argentina padece. El camino de la sustitución de importaciones es una posibilidad cierta y veo al gobierno orientado en este sentido. Trabajar esos cambios es imperioso, trabajadores y empresarios junto al gobierno para reindustrializar el país es una salida cierta ante tanta incertidumbre. Dialogar y consensuar es la salida. La unidad es el horizonte.