Los grandes productores agrarios, quienes concentran el mayor porcentaje de la producción especulan con una nueva devaluación para obtener una mayor rentabilidad en el mercado, y así obtener mayores ganancias.

Con este objetivo, venden el trigo y el maíz, en tanto retienen las bolsas de oleaginosas. El maíz registró un alza de precios del 2,8% en junio, del 10,6% en julio, y del 9% el viernes pasado, en comparación con el último día hábil de cada mes un año antes. Por otro lado, el precio del trigo aumentó un 18, 5% en junio con respecto a igual mes de un año antes, un 16,8% en julio, y un 2,5% con respecto al viernes último.

De esta manera, indirectamente los productores agropecuarios presionan al gobierno, y especulan una nueva devaluación, y mejorar el tipo de cambio.