El directorio del FMI se reunirá hoy por la tarde para tratar el desembolso del quinto tramo del préstamo para la Argentina, por 5.400 millones de dólares.

Para aprobar el desembolso, el directorio discutirá el informe de la staff del FMI, elevado por primera vez a la mesa de discusión por David Lipton, quien reemplazó interinamente a Christine Lagarde hace unos 10 días.

De aprobarse el informe de la Argentina, el Fondo habrá girado al país un 78% el crédito total de 56.000 millones de dólares.

«Felicito a las autoridades argentinas por sus esfuerzos continuos y la implementación firme de su programa de política económica. Las autoridades completaron todos sus objetivos de gasto fiscal, monetario y social en el marco del programa respaldado por el FMI en el contexto de esta revisión», expresó Lipton el pasado 5 de julio, cuando anunció que elevaría al directorio el informe de la cuarta revisión que será tratado hoy.

David Lipton

En la reunión, que estará presidida por Lipton, discutirán el caso argentino 24 directores representantes de países miembro, donde Estados Unidos tiene una posición privilegiada en la votación.

No obstante, el informe completo de la cuarta revisión no se conocerá sino hasta la semana próxima, indicaron fuentes del FMI.

Allí se volcará la evaluación delas metas producto de la misión que visitó la Argentina de la mano de Roberto Cardarelli, entre los días 11 y 22 de mayo.

También, hubo una visita adicional comandada por el director para el Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, quien se entrevistó con funcionarios de la oposición para saber de primera mano las opiniones de los candidatos sobre el futuro tratamiento de la deuda con el FMI y las condiciones de continuidad de la relación de la Argentina y el Fondo.

Tanto Alberto Fernández, candidato por el Frente de Todos, como Roberto Lavagna, de Consenso Federal, hablaron de una necesidad de renegociar los términos de pago de la deuda contraída por la Argentina, pero tranquilizaron al funcionario del FMI con los dichos de que no habrá default, en el caso de que alguno prevalezca en las urnas.

Aunque oficialmente nadie se pronunció en este sentido, algunos economistas creen que si Macri gana las elecciones para un segundo mandato, también deberá sentarse a revisar las cuentas con el FMI, ya que la mayor parte de lo desembolsado se ha ido en fuga de capitales.