Pese a las disidencias internas el Gobierno de Alberto Fernández sigue adelante con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y pagó un vencimiento de USD366 millones correspondientes a intereses del préstamo de USD45.000 millones que se está renegociando.
De esta forma en menos de cinco días la Argentina le giró al organismo internacional USD1.083 millones, que, de acuerdo con lo manifestado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, podrían recuperarse cuando finalmente se apruebe el nuevo programa.
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La Argentina aspira a conseguir la misma cantidad de fondos que le debe al FMI y recuperar otros USD5.000 millones que pagó en los últimos dos años.
Uno de los objetivos de estos reembolsos será reconstruir las alicaídas reservas internacionales que día a día sufren una constante sangría por demanda de importadores, pago de deuda y por intervenciones en el mercado de cambio.
Por este último efecto durante enero perdió cerca de USD170 millones y durante la jornada de este miércoles tuvo que utilizar otros USD50 millones para mantener a raya el tipo de cambio. El pago que se realizó este lunes tendrá impacto en el nivel reservas que informa el BCRA recién el viernes por cuestiones operativas.
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Desde la autoridad monetaria comentaron que el pago se realiza en DEGs convertidos al cambio que informa el organismo el primer día de cada mes. Este pago representaba cerca de 235 millones de DEGs.
Dudas
El representante argentino ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), Sergio Chodos, admitió este miércoles que ese organismo está pendiente del trámite legislativo que tendrá el acuerdo aquí en el Congreso nacional.
«Más allá de los números, y teniendo en cuenta el sustento social y político, obviamente hay una preocupación por el trámite legislativo a partir de la iniciativa del Gobierno, que decidió que el acuerdo pase por el Congreso para cortar con una tradición de más de 22 programas que fueron discutidos y decididos a espaldas de la sociedad», sostuvo el funcionario.
Para Chodos, el tratamiento del acuerdo en el Congreso «es esencial» y constituye «un hecho inédito».
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«Aquí hay que estar no preocupados, pero sí ocupados para mirar cómo ocurre, pero eso es general y excede a la renuncia de Máximo» Kirchner, añadió.
Por su parte, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, admitió que la renuncia de Máximo Kirchner «tiene consecuencias» y, a la vez, aseguró que «no habrá un salto devaluatorio» a partir del acuerdo con el FMI.
«No conozco personalmente a Máximo Kirchner, pero su renuncia, sin lugar a dudas, tiene consecuencias y llama la atención. Pero con el FMI hay un buen acuerdo, que va a ser entendido de esa manera y va a ser aprobado por el Congreso», sostuvo el funcionario.
En ese sentido, indicó acerca de los resultados del acuerdo: «Los vamos a ver cuando se ponga en práctica. No prevé un ajuste muy duro de la economía y no está previsto ningún salto devaluatorio».
