El Gobierno le solicitó al Fondo Monetario Internacional (FMI) tener mayor capacidad de intervenir en operaciones de dólar futuro, con el fin de ampliar su poder de fuego ante una eventual escalada de la divisa en medio de las elecciones primarias de agosto.

El presidente del Banco Central, Guido Sandleris, gestiona ante David Lipton -flamante director interino del FMI que acaba de reemplazar a Christine Lagarde-, fortalecer así la posición de la autoridad monetaria en el mercado de cambios.

La solicitud es respaldada por el Ministerio de Hacienda, ya que en la gestión ante el organismo participa también el secretario de Finanzas, Santiago Bausili, y el propio ministro, Nicolás Dujovne.

El BCRA quiere que el FMI le permita utilizar una mayor capacidad para intervenir en el mercado de futuros, con la idea de tener una herramienta más potente para contener un virtual crecimiento en la demanda de divisas, aún a riesgo de caer en un atraso cambiario. Esta jugada se combina con el mantenimiento de altas tasas de interés para atenuar un traspaso de plazos fijos en pesos al dólar.

En la entidad rectora del sistema financiero se cree que la demanda de dólares podría potenciarse a medida que se acerque la fecha de las elecciones del 11 de agosto próximo. Para esa época justo se producirá también una merma de la oferta local, porque el campo achicará su liquidación de divisas a mediados de agosto, como ocurre estacionalmente.

El acuerdo vigente entre el gobierno y el FMI permite al BCRA tener una posición vendida de dólares futuro de US$ 1.600 millones en julio y de sólo US$ 1.300 millones en agosto.

Según trascendió de fuentes del sistema financiero, el BCRA tendría ya utilizados en julio gran parte de los montos permitidos, por lo que en el mercado se especula con que el FMI podría autorizar un actualización y despejar el escenario para los próximos meses.

La operación de venta de dólares a futuro permite al BCRA contener la presión sobre el tipo de cambio, en momentos donde la cotización se mantiene en la zona de los $43.

La semana anterior el dólar quebró una racha de seis jornadas consecutivas en caída para rebotar 21 centavos el viernes y cerrar en $43,10, con el peso recuperando 1,4% de su valor frente a la moneda estadounidense, marcando valores mínimos en 10 semanas.