La Canasta Básica Total (CBT), que define el nivel de pobreza, aumentó en febrero un 6,6%, mientras que la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que mide el nivel de indigencia, subió un 9% en relación a enero, según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Así, en el segundo mes del año ambas canastas subieron por encima de la inflación, que fue del 4,7%, impulsada por los importantes aumentos en alimentos y bebidas -especialmente frutas, verduras, lácteos, pan y carne-, que mostraron un alza de 7,5%.

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Con esta variación, una persona adulta necesitó en febrero $27.122 para cubrir la CBT; y $12.108 para adquirir los alimentos básicos. Si este individuo percibiría el salario mínimo -que en el segundo mes del año fue de $33.000- tendría un resto mensual inferior a los $6.000 para otros gastos.

En tanto, en el febrero del año pasado un adulto necesitaba $18.769 para no ser pobre y $7.953 para cubrir sus necesidades alimentarias básicas.

La situación es un poco más difícil para una familia de tres integrantes: aquí se necesitaron $66.720 para no caer en la pobreza y $29.786 para saldar la Canasta Alimentaria. Al suponer que los dos adultos que integran este grupo familiar son acreedores del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVyM), el ingreso mensual de $66.000 sería insuficiente para cubrir las necesidades básicas.

Sin embargo, el Indec calcula este valor considerando un hogar compuesto por una mujer de 35 años, otra de 61 y un joven de 18. Así, un posible escenario es que el hogar reciba un salario y una jubilación mínima -que en febrero fue de $29.062- y haya alcanzado un ingreso mensual de $62.062; y otra alternativa es que el joven también perciba un salario y, suponiendo que este también se encuentra a niveles mínimos, el ingreso familiar llegaría a $95.062, permitiendo así cubrir la Canasta Básica.

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Cabe destacar que en febrero de 2021, un grupo familiar de estas características necesitó $46.173 para saldar la CBT y $19.565 para cubrir la CBA.

Una familia tipo, compuesta por dos padres y dos hijos, requirió en el segundo mes del año $83.807 para saldar la CBT y $37.414 para abastecerse de alimentos básicos. Al suponer que los dos adultos ganaron $33.000 por mes, se observa que faltaron $17.807 para cubrir las necesidades básicas.

En el segundo mes del año pasado, eran necesarios $57.997 para no ser pobre y $24.575 para no caer en la indigencia.

Por último, un grupo familiar compuesto por cinco personas -dos adultos y tres menores- requirió $88.147 para no ser pobre y $39.351 para no caer en la indigencia. Al comparar con el SMVyM, se observa que la CBT aventajó por $22.147 a los ingresos familiares.

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En la comparación interanual, se advierte que en febrero del 2021 eran necesarios $61.000 para saldar la CBT y $25.848 para cubrir la CBA.

Si bien el SMVyM es una referencia, dado que la mayoría de los trabajadores registrados perciben sumas mayores, esta cifra es una base para observar cómo los precios avanzan sobre los sueldos.

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En lo que va del año, la CBT aumentó un 10,1% y la CBA un 13,5%, ubicándose ambas por encima de la inflación registrada en el primer bimestre, que fue del 8,8%.

Al comparar con los datos de febrero de 2021, se advierte que la CBT aumentó un 44,5%, y la CBA un 52,5%, ubicándose esta última levemente por encima de la suba de precios, que en los últimos doce meses fue de 52,3%.

Para calcular la Canasta Alimentaria, el Indec calcula las proporciones que una persona consume mensualmente de pan, galletas de agua, galletas dulces, arroz, harina de trigo, otras harinas (maíz), fideos, papa, batata, azúcar, dulces, legumbres secas, hortalizas, frutas, carnes, menudencias, fiambres, huevos y leche.