El río Paraná no transita su mejor momento. Y no solo por el descenso de la altura de su cauce, sino también por las malas decisiones que el hombre a tomado sobre el curso de las aguas que adornan las barrancas de sus costas.

Para comenzar a comprender la importancia que tiene el río Paraná para el pueblo argentino, es necesario conocerlo y visibilizar cada una de las «alegrías» que este recurso natural brinda, no solo a nuestro país sino también a los países hermanos como Brasil, Paraguay y Uruguay.

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Desde el flete internacional de mercadería y alimentos, hasta la extracción de un importante elemento para la construcción y la industria petrolera como lo es la arena. Negocios millonarios transitan todos los días a través de la correntada del Paraná, una facturación que Argentina no estaría administrando para alimentar la industria nacional. Por el contrario, son empresas extranjeras las que acumulan ganancias exorbitantes que, indefectiblemente, llenan arcas foráneas.

Una de esas empresas, la responsable desde hace 25 años del manejo del cauce y el dragado del Paraná, es la belga Jan de Nul, la cual desde sus comienzos utiliza barcazas argentinas para realizar trabajos sobre el lecho del río.

Esta empresa es una de las que forman parte de la marca Hidrovía del Paraná y que se encuentra en la puja por la concesión para el manejo de este recurso fluvial.

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Para entender la importancia de este debate fundamental, donde la soberanía de la nación está en juego, Conclusión entrevistó a Luciano Orellano, miembro del Foro por la recuperación del Paraná, quien explicó porqué resulta urgente que el Estado, junto con el pueblo argentino, recupere y se haga cargo de cada uno de los recursos y necesidades que el río reclama.

El activista expresó que «Argentina sangra por la barranca del río Paraná», ya que «todos los años un tercio de nuestra cosecha se la roban, a partir de que no hay control en el territorio de los puertos con las autodeclaraciones juradas, donde el último filtro es la Jan de Nul».

«Los argentinos tenemos que conocer que hace 25 años hemos perdido la soberanía del río Paraná, hoy en manos de una empresa extranjera que no solo tiene el trazo sobre esa gran autopista fluvial -que llega hasta el corazón de América del Sur y abarca 3.242 kilómetros, por la que entran 5000 buques, circulan 127 millones de toneladas y 2.600 buques llegan a la ciudad de Rosario-. No puede haber felicidad si el pueblo argentino no controla su soberanía sobre la riqueza. Vamos a batir el record de exportaciones pero hay un tercio de evasión, porque no hay ningún tipo de control», declaró Orellano.

Las causas de esta situación, para el escritor y militante de la recuperación del río, pueden entenderse conociendo «el primer eslabón».

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«Han convertido a América del sur en la matriz productiva de la soja, se ha corrido la frontera agrícola en 70 millones de hectáreas y eso ha producido un cambio de carácter estructural, cultural, demográfico con millones de toneladas de veneno que después terminan en el río con un modelo productivista, innovador, de desarrollo, que estaríamos en la cuarta revolución industrial, donde se ha triplicado la producción pero lejos de crear felicidad ha traído infelicidad», añadió.

Orellano contó detalles sobre la utilización de recursos de la empresa belga y como el estado nacional está perdiendo utilidades al no prestar atención a estos detalles. El entrevistado explicó que «la Jan de Nul posee nuestras dragas -por ejemplo La Núñez, que le fue entregada con la concesión. Además tenemos las dragas en Corrientes más importante de la cuenca del Plata, con una capacidad de sacar 2.000 metros cúbicos por hora, 400 camiones y el desecho lo expulsa a 500 metros».

Recaudación silenciosa: el negocio de la arena

Es sabido que la arena es un material fundamental para la construcción de casas, industria y espacios turísticos, como también se utiliza en la industria de combustibles no fósiles.

«Entre las otras riquezas, de las que se habla muy poco, está la arena. La arena es un recurso para toda la construcción. Sobre la Cuenca del Plata viven 120 millones de personas, involucra a 5 países, toda la industria de la construcción, relleno, industria petrolera, utiliza la arena del río», explicó el integrante del Foro por la Soberanía.

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Para Orellano la cuestión es muy clara: «Los recursos no son infinitos pero son extraordinarios, y esos recursos tienen que estar controlados. Tienen que poseer soberanía sobre sus riquezas el Estado argentino».

Derecho soberano sobre el flete

Un negocio que se realiza sobre el cauce del río y que genera millones de divisas, es el flete y el transporte internacional. Al respecto, desde el Foro por la recuperación del Paraná afirmaron que «la Argentina pierde 7 mil millones de dólares todos los años porque paga un flete para exportar. En el derecho internacional, todos los estados tienen el derecho soberano sobre el flete. El 50% de lo que le vedemos al mundo y el 50% de lo que compramos al mundo».

Argentina pierde recursos que serían fundamentales para generar la propia industria naval. «A cambio de este modelo agroexportador, tenemos la condición de enterrar toda posibilidad de industria que tiene la Argentina. Por ejemplo, hicimos un convenio con el Belgrano Cargas, nos endeudamos en 1.700 millones de dólares con los chinos, traemos los rieles, los durmientes, traemos las locomotoras. Eso es importar a los pibes que están en la esquina. Y en el caso de la industria naval es lo mismo. Es una industria que se puede crear sin un peso. Argentina ya lo hizo. Nosotros llegamos a tener la cuarta industria naval más importante del mundo, incluso le hacíamos los fletes a Brasil sin poner un solo peso», agregó el especialista en el tema de la Hidrovía.

Generación de industria y trabajo

Las posibilidades que estos recursos hídricos bien administrados generarían en la creación de la industria naval y tecnológica, son muchos y altamente necesarios para el crecimiento industrial y el desarrollo del país.

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Orellano volvió a recordar la convocatoria para la caravana nacional por la recuperación de la soberanía sobre los recursos del Paraná. «El 9 de julio decimos recuperemos el Paraná, vamos por nuestra segunda y definitiva independencia y lo vamos a hacer a lo largo de nuestra geografía, del litoral marítimo y nuestra querida cuenca del plata, desde Ushuaia hasta Misiones. Vamos a estar en lugares emblemáticos como Punta Quebracho, el puente Rosario-Victoria, el puente Chaco-Corrientes, nos vamos a hermanar con otras provincias. Queremos recuperar la soberanía como condición ecuánime para la felicidad del pueblo argentino».

El objetivo es claro: «Podemos crear millones de puestos de trabajos industriales, llenar las escuelas técnicas de futuros ingenieros navales, ya se hizo. La unión tecnológica nacional, las escuelas navales. Necesitamos a miles y miles de pibes devolverles el futuro. Y eso es posible con la industria ferroviaria, la industria naval. Esto es lo que está detrás de esta cuestión».

El especialista y defensor del río concluyó la entrevista con un pedido contundente al presidente, Alberto Fernández, sobre el decreto que inició este profundo debate sobre el Paraná de todos los argentinos.

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«Queremos que el gobierno baje el decreto 949 y se vuelva a la situación inicial. El gobierno había anunciado Consejo Consultivo, Concejo Federal de la Hidrovía y la creación de Hidrovía Sociedad del Estado. Hay que anular ese decreto, volver a la propuesta inicial. Que confíe en los argentinos, que confíe en los trabajadores y que se anime el señor presidente de la Nación», sentenció Orellano.

Para finalizar, invitó a los argentinos a una marcha federal para el próximo 9 de julio, en reclamo de esta causa: «Estamos en un momento de extrema importancia. Los tiempos se acortan. Hay vencimientos el 31 de julio de la concesión de la hidrovía. Por eso convocamos a una gran caravana desde Ushuaia, todo el litoral marítimo, sobre la cuenca del Plata, hasta Misiones, ganar las calles y movilizarnos para recuperar el Paraná. Nuestro querido y amado río Paraná. Nuestra identidad, nuestra cultura, está el medio ambiente».