Un rosarino necesitó en junio $28.049 para comprar los alimentos básicos para su subsistencia, según indicó un relevamiento realizado por la Usina de Datos de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Cabe destacar que, con respecto a mayo, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) –que determina el nivel de indigencia– subió 5,85%.

Para realizar este informe, la Usina de Datos de la UNR relevó los precios de 58 alimentos que fueron ofrecidos en góndolas rosarinas.

Entre junio de 2022 e igual mes de este año, la CBA aumentó todos los meses, con los mayores incrementos en octubre (9,5%), febrero (12,3%) y abril (9,9%). Asimismo, en los últimos doce meses el costo de los alimentos básicos acumuló un alza del 131%.

En junio de 2022, un rosarino necesitaba $12.147 para no caer en la indigencia, mientras que en mayo de este año la cifra se disparó a $26.506, para subir a $28.049 en junio. En valores absolutos, esto implicó un incremento mensual de $1.544 por CBA.

Los rubros que registraron mayores aumentos de precios en junio –y en términos porcentuales– fueron “Raíces y tubérculos” (53,4%); “Azúcares y dulces” (29,1%); y “Huevos” (22,2%). Por el contrario, las verduras y las hortalizas registraron una caída del 12,5% en su costo.

Medidos en pesos, en tanto, los alimentos que más aumentaron en el sexto mes del año fueron: “Raíces y tubérculos”, cuyo valor se incrementó $1.035; “Azúcares y dulces” que aumentó $177; y “Frutas”, con un incremento mensual de $152.

¿Cómo impactó la suba en los hogares?

En su informe, la Usina de Datos de la UNR considera tres tipos de hogares. El primero está integrado por cuatro integrantes (dos adultos y dos adolescentes) y en junio necesitó ingresos por $106.868 para satisfacer sus necesidades alimentarias básicas y no caer en la indigencia. En abril esta familia necesitó $92.827 para cubrir la CBA, mientras que en mayo la cifra ascendió a $100.986.

El segundo hogar está compuesto por tres personas: dos mujeres adultas y una menor de cuatro años. Este grupo necesitó $58.623 para cubrir la CBA en junio, mientras que en mayo requirió $55.397 y en abril $50.921.

El último grupo, por su parte, estuvo compuesto por cuatro miembros: una mujer adulta y tres menores. Esta familia necesitó en el sexto mes del año ingresos mayores a $82.745 para cubrir sus necesidades alimentarias básicas. En abril pasado, este grupo requirió $71.874 para no caer en la indigencia, mientras que en mayo la cifra fue de $78.191.

¿Qué pasó con los ingresos en junio?

El estudio también analizó el poder de compra de los diversos tipos de ingresos. “Durante el mes de junio la Jubilación Mínima, la Pensión Universal para el Adulto Mayor, la Asignación Universal por Hijo y el Salario Mínimo Vital y Móvil aumentaron, por lo tanto, representan un aumento en término de Canastas Básicas Alimentarias de 16,7%, 20,9%, 4,1% y 20,9%, respectivamente”, indicó el informe.

En junio, la jubilación mínima fue de $73.665 y alcanzó para comprar 3,2 Canastas Básicas Alimentarias. En tanto, la Pensión Universal para Adultos Mayores (PUAM) fue de $58.932, llegando a pagar 2,1 CBAs.

En el sexto mes del año el salario mínimo fue de $84.512 y alcanzó a cubrir 3,3 CBAs, mientras que la Asignación Universal por Hijo (AUH) fue de $13.864, llegando a saldar 0,5 CBAs o lo que equivale a las necesidades nutricionales de niños de hasta dos años.

Al analizar estos montos con los ingresos que las familias necesitaron en junio para no caer en la indigencia, se advierte que el primer hogar llegó a cubrir la CBA si los dos adultos percibieron el salario mínimo, o si uno de ellos lo hubiera hecho y además hubieran sido beneficiarios de dos AUH.

En el caso del segundo y tercer hogar, el salario mínimo llegó a cubrir la CBA, pero dejó poco margen para otros gastos como servicios, indumentaria, calzado o productos de higiene, que forman parte de la Canasta Básica Total (CBT), la cual determina el nivel de pobreza.