Aldo Battisacco – Conclusión Buenos Aires

Cambiar planes sociales por empleo genuino es uno de los objetivos del Gobierno a mediano plazo, una transformación que podrá lograrse con «un programa de desarrollo que se sostenga en el tiempo», consideró el ministro de Trabajo, Claudio Moroni. «Lo primero que tenemos que hacer es crear los puestos de trabajo», planteó el funcionario, aunque consideró que «nadie contrata a alguien para producir lo que no vende» y se necesita «que la Argentina se desarrolle».

El «mientras tanto» es un interrogante que emerge eruptivamente, la inquietud en sectores de la población que no han podido recuperar la posibilidad de  lograr su propio sustento es una verdad que no hace falta ser gritada, he ahí el drama de una sociedad empobrecida con altos índices de desigualdad y equidad. La distribución del rebote no se ve y no es descabellado pensar que alguien está capitalizando gran parte de esa riqueza que está ausente en la vida económica del país.

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En diálogo con Conclusión el especialista en Seguridad Social, Doctor Miguel Ángel Fernández Pastor, sostuvo que «la indigencia y la pobreza restan soberanía a los países». La «hace perder porque la forma de dominación de los países desarrollados sobre los países periféricos, es condenarlos a la pobreza y de esta manera entrar en un círculo vicioso, por el cual para lograr las necesidad que el país tiene y para cubrirlas tiene que recurrir a los sectores financieros internacionales pedir prestado, esto implica asumir condicionalidades que afecta al conjunto de los trabajadores y por lo tanto este círculo vicioso se come lo que el país desarrolla».

Hay que crear un ingreso básico universal para que toda persona que no tiene capacidad económica reciba un subsidio para satisfacer necesidades básicas

Fernández Pastor explicó que en Argentina, casi el 50% de la población está en situación de pobreza, es decir que no tiene capacidad de consumo, por lo tanto solo consume el otro 50%. En estas condiciones «es muy difícil que desarrollar cualquier actividad productiva, salvo  la explotación primaria que ocurre a través del campo y algunas industrias rentables donde las empresas internacionales incorporan capital, pero para el resto de los sectores presionan para que todo sea importado y esto genera una balanza de pago deficitaria. Eso implica nuevos créditos y así se renueva la dominación».

El proceso de dominación se da por la falta de soberanía donde un país no puede resolver por si mismo porque carece de un mercado importante que facilita la recaudación fiscal que nos libera de los paraísos fiscales y de los prestamistas

En la misma línea, el letrado hablo de las complicidades de algunos particulares y gobiernos que propician la desigualdad, que «generalmente son desarrolladas pro gobiernos que tiene una visión neoliberal de la economía, y creen que siendo serviles les traerá supuestas grandes inversiones que nunca a llegaron, Macri es el ejemplo de todo esto, desde el día uno cuando le pago a los buitres y después de hacer todos los deberes que los mercados le pidieron, dejo al país en una crisis terminal».

Respecto de la construcción cultural que realizan los países centrales condenando «la distribución de ayuda social, para que los pobres estén mejor es un dispendio económico en vez de poner la plata en producir algo que generen empleo para paliar la situación, es un absurdo, si en Argentina casi el 50% de la población padece pobreza, imagina r que un gobierno por dinámico y brillante que sea es virtualmente imposible generar empleo para el otro 50% de población en situación de pobreza».

Los poderosos dicen que esta distribución genera inflación, pero si está en manos de ellos parece que no genera inflación, esto es absurdo, en realidad son privilegios que paga el conjunto de la población, incluso, los más vulnerables

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