Este miércoles se conocerán las cifras oficiales alusivas a la actividad industrial y de la construcción respectivas a enero y no se esperan sorpresas: una caída abrupta en la comparación interanual, como viene ocurriendo desde hace un par de trimestres.

El Indec publicará así el Indice de Producción Industrial (IPI) -que reemplazó en diciembre al Estimador de Actividad Industrial (EMI)- y el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (Isac).

La baraja ya está jugada y se espera que la recesión siga reflejando en números una crisis que se siente en prácticamente todas las áreas y deteriora producción y consumo sin distinción.

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El indicador manufacturero debutó el mes pasado registrando un derrumbe el 14,7%, la mayor de las ocho caídas consecutivas de 2018, crecientes y generalizadas ya que afectaron a todos los sectores.

En cuanto a enero, se espera que el Indec evidencie una tendencia semejante a la del final del año anterior, con lo que la caída de la producción industrial se movería en torno al 10%.

El último informe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (Fiel), señaló que el Índice de Producción Industrial cayó 8,5% en enero, mientras que Orlando Ferreres y Asociados midió una baja del 8,3% en el primer mes del año, comparado con el mismo mes de 2018. Se trata de dos de las consultoras más escuchadas por el mercado e inversores.

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El Gobierno espera que este sea el primer mes del último trimestre de caída productiva, amparados en lo que creen que será una leve mejora desestacionalizada relativa al mes anterior, diciembre, con números muy bajos.

Además, el primer trimestre de 2018 fue el último con cifras levemente positivas antes del estallido de las “turbulencias” cambiarias que terminaron con un salvataje del FMI tras una megadevaluación de la moneda superior al 100%.

En cuanto a la construcción, también se espera que las cifras que se publican hoy, alusivas a diciembre, continúe la baja que se profundizó en los últimos meses. Según los últimos datos oficiales, durante noviembre de 2018 el Isac registró una baja de 15,9% respecto a igual mes del año anterior.

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Al desplomarse ese mes, la actividad de la construcción tocó su nivel más bajo durante el año y superó las caídas de 2017: la peor caída había sido de 5,6% en febrero.

Mal que mal

La recesión está siendo más profunda de lo que el equipo económico que responde a Mauricio Macri esperaba, a lo que se suma una inflación que no bajaría del 3% mensual hasta abril, como mínimo.

Si bien ya desde el año pasado, por la magnitud de la devaluación, funcionarios técnicos que caminan las profundidades del Palacio de Hacienda reconocieron a Conclusión que “al menos hasta abril” estaría la actividad parada, desde entonces se había intentado alimentar cierto optimismo desde el oficialismo, otro recálculo que se debe la gestión económica de Cambiemos.

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El economista Fausto Spotorno, director de Orlando Ferreres y Asociados, recién estima un inicio de la recuperación a partir de la cosecha venidera, tras un año magro en ese sentido por la sequía.

“Lo que va a reactivar la economía en primer lugar va a ser la cosecha gruesa por la entrada de dólares y la producción del campo», pronosticó Spotorno, a la vez que alertó que «la estructura económica argentina es muy débil». Además, considera algunos de los últimos anuncios de la administración de Cambiemos son para tratar de “reactivar a lo bruto» la economía «para ver si llega a las elecciones».

Días atrás el presidente anunció publicamente en Timbúes, tras una conferencia de titular del Ministerio de la Producción y el Trabajo de la Nación, Dante Sica, ante industriales y empresarios, a implementación de una línea crediticia por 100 mil millones de pesos “para reactivar a las pymes”, con tasas de interés que van entre el 25 y el 29 por ciento.

En la cartera de Sica resaltan además “el aporte que harán las últimas medidas tomadas por el Gobierno”, como el adelantamiento del cronograma de suba del mínimo no imponible para contribuciones patronales a textiles, indumentaria, calzado, marroquinería y economías regionales.

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Consultado por Conclusión, el vicepresidente de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (Came), Ricardo Diab, consideró que esas medidas son “un alivio para determinado sector”, a la vez que “no resuelve el problema de raíz, que es el consumo” y para algunas empresas “llega más tarde de lo previsto.”

Además, Diab trazó un panorama sobre el ciclo que atraviesa la economía desde la perspectiva empresaria: “Es un círculo vicioso porque dentro de las perspectivas del gobierno no tiene cabida el aumento del consumo, porque llevaría automáticamente a un aumento de precios: el sector comercial esta retrasado en su rentabilidad, la inflación mayorista fue menor que la minorista, porque el comercio no ha traspasado porque no tiene condiciones, ni bien tenga condiciones se va a traspasar y eso generar inflación.”