Argentina transita una recesión que va rumbo a su tercer año. Para encontrar un antecedente semejante hay que ir al de final del siglo pasado, con el recordado desenlace en diciembre de 2001. Eso significó, entre otras cosas, la consolidación de un sector desclasado en la economía formal.

Se trata del peor resultado posible en economía, lo cual ante la extensión que aquí ya lleva, hace que la situación sea todo lo insostenible (más sumado al estancamiento anterior de por lo menos cuatro años -abarcando dos gobiernos-) que cualquier persona con sentido común advierte.

Entre 2016 y 2019 se produjeron unas 5.407 quiebras y concursos preventivos en los principales distritos de la Argentina, mientras que sólo en ese último año hubo unas 1.069 quiebras y unos 650 concursos de personas jurídicas y humanas, cifras solamente comparables con las de la crisis de 2001, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa).

Si bien durante el primer trimestre del año, antes de las medidas restrictivas por la pandemia, el número había caído en la comparación con años anteriores, la feria judicial extendida posterior hace que las cifras de este 2020 se hayan dilatado, en momentos que se observa una continuidad profunda de la crisis, medianamente atenuada por la asistencia estatal.

En su relevamiento “Concursos preventivos y quiebras de empresas entre 2016 y 2020”, basado en el análisis de tres distritos claves del país como CABA, Gran Buenos Aires y Córdoba, donde se localizan el 61% del total de empresas registradas en el país, se da cuenta que hubo “un incremento sensible de casos de concursos y quiebras entre 2016 y 2019”.

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Solamente en ese último año, se registraron en esas jurisdicciones unos 650 concursos y unas 1.069 quiebras, lo que se lo extrapola a nivel nacional da como resultado un promedio de 11,3 por día hábil (teniendo en cuenta que hubo 249 días hábiles).

Asimismo, analizaron que el incremento en la cantidad de casos, en particular de los referidos a concurso de acreedores, se dio por “el contexto macroeconómico adverso en el período mencionado”.

“Una crisis que amerita este tipo de medidas produce tanto un corte en la cadena de pagos como la destrucción de puestos laborales. Luego de este evento, aparece un efecto cascada en los acreedores (incluyendo a los trabajadores que ven afectada su fuente laboral en las personas jurídicas) por la degradación de los activos que representan las acreencias contra la sociedad/persona en crisis, lo que puede llevar tanto a nuevos quebrantos, como a despidos.

Adicionalmente, los casos de quiebras implican una ‘ruptura del contrato social’, perjudicando las chances de reconstrucción del entramado productivo luego de la crisis: la empresa, el empresario o la persona que entra en un proceso de quiebra, queda fuera del sistema productivo dificultando mucho que vuelva a ingresar, ya que figura en registro de morosos y con mal historial crediticio. En definitiva, las empresas en crisis implican un proceso de destrucción de valor que trasciende a la propia organización”, analizaron desde Cepa.

En ese sentido, puntualizaron en que “2019 fue particularmente crítico en materia de concursos y quiebras”, y que “si se extrapola linealmente a total del país la muestra de CABA, PBA y Córdoba, ello implica estimar unos 2.818 casos de concursos y quiebras durante el año mencionado”, unos 11,3 concursos y quiebras por día hábil.

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“Como antecedente de esta etapa de incrementos sustanciales en las quiebras y concursos, debemos retrotraernos al período 2001-2002. En el peor mes de ese período, marzo de 2002, se registraron 243 quiebras y concursos de acreedores, casi 50% superior al valor de marzo de 2001. Nuevamente extrapolando esos datos al años completo, si se calcula el promedio por día hábil, implica 11 personas jurídicas o humanas que entraron en quiebras o concurso. De hecho, en 2003 por recomendación del FMI y de la promulgación de la Emergencia Económica, se aprobaron modificaciones en la Ley de Quiebras vigente en ese momento debido al gran número de empresas afectadas incluyendo muchas de relevancia como lo eran el Correo Argentino, Azurix, Gas Nea y Alpargatas”, compararon.

A su vez, analizaron que de las tres jurisdicciones el informe sujeta a análisis, la Ciudad de Buenos Aires ha sido la más afectada en materia de concursos preventivos y quiebras de personas jurídicas, registrando sólo en 2019 un total de 1.719 casos (el 53% correspondieron a esta jurisdicción, siendo personas Jurídicas el 68% de los casos y observándose la misma tendencia en el período previo), mientras que tanto en PBA como en la Provincia de Córdoba, la mayoría de los casos corresponden a personas humanas.

Si se considera la evolución del primer semestre de cada año, la suma de los concursos preventivos, considerando tanto personas humanas como personas jurídicas, alcanzó los 316 casos al segundo trimestre de 2019, 182,1% más que en 2016 (112 casos registrados) y 39,8% más respecto al período 2018 (226 casos registrados).

En este 2020, en tanto, se percibe una reducción de 89,5% (33 casos registrados) respecto al mismo semestre de 2019.

En relación a las quiebras, los datos muestran un incremento de casos de 31,8% entre 2016 y 2019, y se registran un total de 120 casos de quiebras en el periodo 2020, 72% menos de casos que en el primer semestre de 2019.

En definitiva, considerando los casos de concursos y quiebras del primer semestre se percibe un incremento de casos de 70,2% entre 2016 y 2019, sumando en el primer semestre de 2019 un total de 747 casos. En el primer semestre de 2020 se reduce casi 80% la cantidad de casos.

Dilatación

Para el análisis de lo sucedido en 2020, el impacto de la pandemia y la evolución de casos, se distinguieron los dos trimestres de cada semestre del año, ya que en el año en curso, la evolución del primer trimestre podría explicarse por expectativas respecto del cambio de modelo económico (la feria judicial sólo tuvo efectos sobre la segunda quincena de marzo de 2020), mientras que la evolución en el segundo trimestre tiene impacto la implementación de la feria judicial determinada por la Corte Suprema.

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Así entonces, es de destacar que en el primer trimestre de 2020, donde la feria judicial sólo tuvo impacto en la segunda quincena de marzo, se produjeron exclusivamente 125 casos de concursos y quiebras, muy por debajo de los años anteriores (166 en 2016, 193 en 2017, 251 en 2018 y 276 en 2019), mostrando una fuerte desaceleración de casos en la etapa prepandemia.

La crítica situación económica derivada del Covid-19 hace esperable un incremento de casos -particularmente de los concursos- una vez que se habilite la actividad de la justicia. Ello, dependerá, por un lado, de los mecanismos que impulsen los privados para la renegociación de deudas (dado el incremento del endeudamiento generalizado de las empresas) y de las medidas que pueda aplicar el Gobierno sobre este tema en particular. Aunque, fundamentalmente, el eje es macroeconómico: la evolución de este indicador dependerá de la celeridad o no en la reactivación en las ventas en los próximos meses.