El tembladeral por el que atraviesan las finanzas del país impregna de lleno el clima político de incertidumbre, tensión y cautela. El gobernador santafesino, Miguel Lifschitz, no es la excepción y afirmó este lunes que «la actividad está paralizada», algo que puede agravarse con la devaluación de los últimos días y las más recientes medidas del gobierno nacional.

«Es un momento muy duro y muy crítico para la industria y para toda la economía», aseveró el mandatario en la capital provincial, tras un encuetro con referentes empresariales por el Día de la Industria.

Respecto a la dura actualidad social, expresó: «Todos los sectores están pidiendo ayuda, nadie la está pasando bien, desde los sectores sociales más vulnerables hasta los pequeños empresarios, todos atraviesan serias dificultades, unos para poder alimentarse y otros para sostener los puestos de trabajo», describió para enumerar las distintas solicitudes de ayuda que llegan al estado provincial mientras se sigue «día a día lo que ocurre y lo que se decide a nivel nacional».

En tanto, este domingo el gobierno anunció nuevas medidas referidas al mercado cambiario, que se suman las semana pasada en torno a los plazos de la deuda pública, Lifschitz consideró que «obviamente esto paraliza la actividad económica, y tiene consecuencia en los tributos que se cooparticipan».

«Estamos muy preocupados analizando la situación día a día porque se van agregando nuevas disposiciones y también muy atentos a la cuestión social», acotó el mandamás de la Casa Gris.

En tanto, cuando restan menos de dos meses para las elecciones generales de octubre, el ex intendente rosarino consideró que eso «pasa a un segundo plano» ya que «el resultado a presidente parece cantado, nadie seriamente cree que eso pueda cambiar, aunque hay una situación de inestabilidad, nadie sabe que puede pasar, y va a depender de la responsabilidad del presidente y del candidato que más votos sacó».

Por su parte, Lifschitz sostuvo que un adelantamiento de las elecciones sería «inviable».

«Sería agregar más nafta al fuego, la Constitución además no lo permite, sería generar un tembladeral desde el punto de vista institucional más grande todavía, es momento de poner paños fríos, estabilizar la economía y buscar un camino de diálogo entre las principales fuerzas políticas», enfatizó.

El gobernador concluyó al decir que «el sistema de salud está sobrecargado, por el déficit en el Pami y en el sector privado, además de la restricción a nivel nacional de medicamentos».

Por ello sostuvo que se «reforzará» ese área y «lo que tiene que ver con la contención social directa».