Por Marcelo Trovato

Argentina tiene un 40% de su economía en la informalidad, no paga impuestos.

Argentina tiene un 30% de pobreza estructural, consume lo mínimo indispensable.

Argentina tiene un 30% de su población que vive gracias a algún tipo de subsidio y/o jubilación.

A la Argentina hoy y desde hace varias décadas la sostiene un tercio de la población que trabaja, paga impuestos, se arriesga pero siempre por alguna razón es el pato de la boda, termina pagando la fiesta.

Cuando se apagan las luces sufre el asalariado una caída de su poder adquisitivo en términos reales.

Los sectores productivos pierden capacidad de producción, sufre caída en las ventas, le aumentan los costos de financiamiento y para colmo de males le aumentan las cargas tributarias e impuestos en general.

Existe otro porcentaje que ocupa en nuestra sociedad un lugar de privilegio y que los cobija un lugar llamado Estado, con un nivel de empleados públicos de distintas jerarquías que alcanzan para manejar el Estado de cuatro países de Sudamérica además del nuestro. Son los famosos Intocables.

Bajar el número de Ministerios y transformarlos en Secretarías suena lindo, pero a la hora de los números, son nimios los ahorros.

Resulta que se nos cerraron los mercados porque hemos sido los mayores colocadores de deuda del mundo de los últimos dos años, para que de todo los descripto arriba nada cambie.

Resulta que vamos a terminar el 2018 con una inflación superior al 50%, tasas de interés delirantes, una deuda colosal con pago de intereses anuales siderales, para qué…? Para que nada cambie.

Resulta que tuvimos que recurrir al Fondo Monetario Internacional para evitar que el mundo piense que estamos a horas de caer en Cesación de Pagos, como si el mundo y mucho menos los mercados fueran tontos.

Incumplimos todas y cada una las promesas que le hicimos a ese Organismo en apenas cuarenta días.

Pero nada cambió.

Resulta que ante el incumplimiento precoz tuvimos que pedir un Waiver (Perdón) para que nos dejen gastar reservas en contener un instrumento llamado tipo de cambio que estaba atrasado, y además hasta fuimos capaces de no respetar un punto de los estatutos del FMI que dice claramente que los préstamos que recibe un país no los puede utilizar para contener corridas cambiarias.

Nosotros usamos los dólares igual, no contuvimos el tipo de cambio, la inflación se disparó, la tasa de referencia pasó del 45% al 60%, la recesión se acentuó y para qué.

Para que nada cambie.

Como sostuvimos en nuestro anterior editorial, el fin de semanana pasado no iba a ser uno más. Sin embargo pese a los esfuerzos de todo el entorno presidencial y consultores externos mientras el Presidente el Sábado jugaba Golf en Los Abrojos y el Domingo pemanecia allí mirando a Boca, una vez más nada cambió.

Ahora, los mismos actores que se ocuparon de hacer de todo para que nada cambie nuevamente están en Washington, pero esta vez sí con la «por tercera vez en tres meses firme convicción» que no van a fallar.

Ahora van con el Plan Primavera 2.0 y el famoso Déficit Cero como si fuesen superhéroes para decir: Señores del Fondo Monetario Internacional, hemos decidido que al tercio de la población que mantiene al resto le vamos a subir impuestos, precios de combustibles, cigarrillos, transportes, servicios, tarifas y vamos a licuar deudas con la devaluación que quisimos contener, pero ya que fracasamos la usamos.

Y además, nunca faltan los periodistas y economistas amigos que como lo hicieron en las anteriores cuatro estrategias llevadas adelante por esta Administración lo apoyan con sumo optimismo.

Ahora bien, bajemos a la tierra, juguemos con un ejemplo gráfico para que no queden dudas.

Digamos que Ud. es el FMI y un amigo, que Ud. visita cada tanto y observa que se está fumando la plata que le prestan un día le toca el timbre.

Le pide $ 50.000.- para poder salir del pozo donde se terminó de meter, viene de un matrimonio desdichado, quedó quebrado, y pese a los préstamos que le pidió a todos los bancos posibles, nada cambió, sino que empeoró.

Le cuenta que ya los bancos no le quieren prestar y que es más, se la están pidiendo que la devuelva.

Ud. es el amigo, lo tiene que ayudar, está obligado. Pero viendo como viene la mano le dice. Te los voy a prestar pero no todo junto, te doy una parte, vemos como te vas desenvolviendo y a medida que transcurra el tiempo te voy prestando un poco más.

Pasan treinta días y su amigo le vuelve a tocar el timbre, y le dice ya me la gasté, perdoname (waiver), no lo hago más, te lo prometo.

Pasan quince días mas, y lo ve en un Bar diciéndoles a otros amigos que otra vez falló pero que su amigo, Usted, si Usted; ya había arribado a una nueva renegociación (Discurso Presidencial de 1´.40 seg y el segundo de 15 minutos).

Usted, desconociendo esto y para su sorpresa, se enojaría si lo viera a su amigo en la Bar….?

Pero no importa, ya sabe que le va a volver a tocar el timbre.

Ahora sí, va la pregunta que interesa que se conteste, siendo el amigo no le va soltar la mano, pero no tomaría muchos mayores recaudos a los que tomó las anteriores dos veces….?

Lo que tratamos de decir amigo lector es que con lo que fueron al Fondo Monetario Internacional no les alcanza para que le reformulen el Stand By.

Entonces no habrá acuerdo, sino un apriete donde esta vez las condiciones no serán las que lleva Momento Whisky sino las que el Sr. Cardarelli y su equipo crean convenientes.

Y este Sr. Cardarelli, cobra un salario del FMI, cuida su trabajo y le importa un bledo si somos 45 millones o 200 millones de argentinos, se va a cubrir su futuro, y Madame Lagarde, que tiene intenciones de incursionar en la política de su país también, luego de dos fracasos en tres meses, no será fácil.

Pero además, ese Paquete de Medidas propuesto por el Sr. Cardarelli y avalado por Madame Lagarde tendrá que ser refrendado y aprobado por el Directorio, que se tomará dos semanas para hacerlo, como lo hace siempre y en todos los casos sin excepción.

Todavía tiene tiempo, recién van por el apriete, omita escuchar las declaraciones de ambos lados, siempre serán las mismas: Vamos muy bien, estamos avanzando y queremos ayudar a nuestra amiga la Argentina.

Pero prepárese a vivir una recesión no menor a tres años, un dólar de tres cifras, tasas muy altas, inflación creciente, y en el mejor de los casos este último intento logra contar con el Presupuesto 2019 aprobado y la contención social es efectiva, lo mejor que veremos es no caer en Cesación de Pagos.

Es imposible conocer los nuevos requerimientos del FMI, aunque los imaginamos, preferimos esperar a que lo digan los interlocutores oficiales, de paso no matan al mensajero.

El optimismo y el pesimismo son Estados de ánimo, el pragmatismo es una condición necesaria para no caer en la trampa.

Fuente: Pronóstico Bursátil
Foto NA: Ryan Rayburn