Los precios de los combustibles podrían aumentar un 6 por ciento en los primeros días de abril próximo a pesar de que las ventas acumulan una caída «superior al 20 por ciento» en lo que va del año.

Así lo dijo a la agencia Noticias Argentinas (NA) este domingo Luis Malchiodi, presidente de la Federación de Entidades de Combustible (FEC) al analizar el comportamiento del sector en los primeros 100 días del Gobierno de Mauricio Macri y trazar proyecciones para este año.

«Hay una contracción muy grande en las ventas, incluso de los combustibles más baratos: el gas natural comprimido (GNC) registra una caída del 25% y los combustibles líquidos muestran una baja superior al 20 por ciento», dijo Malchiodi a NA.

El empresario dijo que la economía «no está pasando un buen momento» dado que hay caída en la demanda porque los consumidores «no tienen plata en el bolsillo», pero estimó que la recuperación se iniciará en el segundo semestre, tras las paritarias.

El incremento de precios esperado por los estacioneros está en línea con el registrado en enero, que fue del 6%, y también de aquel que fue aplicado en el primer fin de semana de marzo, que se ubicó en igual porcentaje.

«Tenemos previsto que los precios suban un 6% promedio en los primeros días de abril. Y la idea es que después ya no suban más en lo que reste del año porque supuestamente habría una mayor estabilidad monetaria», dijo el empresario.

Estaba previsto desde enero que el aumento de marzo fuera el último del año, pero el Gobierno y las petroleras vienen revisando los números y aplicarían el nuevo ajuste debido a la suba que experimentó el dólar desde que se inició 2016.

La devaluación del peso frente al dólar estadounidense desde que comenzó el año (4 de enero, primer día hábil) fue del 12,91%, pero la registrada desde el 10 de diciembre, día en que asumió Mauricio Macri, es del 55 por ciento.

Esa depreciación del peso configuró un fuerte incremento en los costos de producción de la petroleras -que utilizan insumos importados- en medio de una brutal crisis hidrocarburífera en todo el mundo, con un consecuente recorte de inversiones y gastos.

Malchiodi dijo que en ese escenario los estacioneros independientes se ven «muy complicados» porque a la caída en las ventas se le suma el escaso margen de rentabilidad y el «pésimo abastecimiento» por parte de las petroleras destiladoras.

«Las petroleras priorizan sus estaciones y quieren someter a contratos inaceptables a los empresarios independientes. Como no aceptan, le sacan el cartel y los desabastecen. Por eso muchas estaciones cierran sus puertas», dijo Malchidi a esta agencia.

Señaló en ese sentido que el sector viene tratando de «sostener» las plantillas de empleados e indicó que comenzaron algunas tratativas «informales» con el sindicato para comenzar a delinear el acuerdo paritario de este año.

Según consideró el empresario, recién después de que se cierren todas las paritarias y los aumentos de salarios lleguen a los bolsillos de los trabajadores, las ventas de combustibles podrán remontar.

Analizó que la situación económica «no es muy agradable todavía» porque los trabajadores no vieron sus salarios incrementarse mientras que la inflación aceleró y hay otros tipos de problemas, como el aumento de las tarifas eléctricas.