Por Aldo Battisacco – Conclusión Buenos Aires

Matías Cremonte, flamante presidente de la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas fue quien dio la voz de alerta sobre un capitalismo con intenciones «más salvajes que la vuelta a la esclavitud». En diálogo con Conclusión el especialista expuso sus puntos de vista acerca de las diferencias que existen entre los países para aplicar normas que regulan el trabajo. Además, explicó que actores intervienen en la garantización de herramientas que garantizan la calidad del empleo y que factores conspiran para impedir estos objetivos.

«Es fuerte y algo inconveniente comparar la situación de trabajo con la esclavitud, jurídicamente pertenecía a un tiempo que no es el actual y el trabajo se  apropiaba de una manera distinta a cómo es ahora. Hay veces que las condiciones de súper explotación terminan pareciéndose a aquellas figuras”, señaló Cremonte.

En el mismo sentido refirió que «a veces es peor porque la súper explotación no es parte de los derechos y del ordenamiento jurídico como sí lo era en ese entonces la esclavitud y da lugar a situaciones de pauperización de las distintas formas de trabajo».

En relación a las notorias desigualdades existentes de las condiciones de trabajo entre personas de distintas latitudes y de cuáles son las causas de tamaña asimetría el letrado indicó que «la norma en general no es mala, el derecho del trabajo es similar y existe una serie de principios que lo estructuran que se repiten en la mayoría de los ordenamientos, incluso en las Constituciones y hasta en los tratados internacionales, que son los mismo aunque sea por región o también muchos a nivel universal «.

No es la norma laboral la que resolverá la falta de empleo, sino la política 

económica

«Son muchas las realidades que hacen que en algunos países la aplicación del derecho sean más fuerte y en otros más débil, esto tiene que ver con dos cuestiones, una es la presencia del Estado, que no refiere solo al sistema de inspecciones, concretamente le ministerio de trabajo o las autoridades administrativas laborales de cada país que deben velar por el cumplimiento de la normativa», analizó.

La dictadura militar que se inició en marzo de 1976 alteró y cercenó a pocos días del golpe la Ley de Contrato de Trabajo

«También el poder judicial, porque si un empleador que incumple una normativa sabe que va a tener mucho años hasta que cumpla a través de una sentencia judicial ese incumplimiento atenta contra la efectividad de las normas», y agregó Cremonte: «Y no solo estos factores sino que también hay un poder de los trabajadores a través de los sindicatos, que si tienen mayor presencia y desde luego tienen entre sus funciones hacer cumplir la normativa laboral».

Marcha contra la decisión de Macri de vetar la ley que frenaba los despidos

En otro momento de la nota el abogado laboralista, objetó en parte a la Ley de Teletrabajo, y precisó que el empresariado busca atomizar los colectivos de trabajadores y trabajadoras para avasallar derechos.

Quien no tiene posibilidades de trabajar en éste sistema no tienen posibilidad de vivir

Cremonte invitó a establecer «una agenda de avanzada para mejorar el derecho del trabajo en beneficio de los trabajadores». Y sobre la Ley de Teletrabajo, consideró que no es una norma regresiva, y que esta modalidad es  una forma precarizante de trabajo, pero advirtió que no está pensada para la pandemia porque la propia norma establece que comience a regir hacia el futuro».

La Ley de Teletrabajo no está pensada para la pandemia sino para el futuro y hay que desalentar este tipo de actividades

La nota completa la podes ver y escuchar en el video