La petrolera YPF registró en el segundo trimestre una millonaria pérdida de $85.000 millones, a raíz de una fuerte baja en las ventas por la pandemia, la caída de precios internacionales y el congelamiento de tarifas, según informó este lunes la compañía.

La cifra supera ampliamente el resultado negativo de $33.359 millones registrado a lo largo de 2019, mientras que en el primer trimestre del año -en el que la pandemia casi no tuvo efecto- había obtenido una ganancia de $6.351 millones.

En un comunicado, la firma indicó que «este resultado incluye una pérdida neta operativa de 36.000 millones de pesos antes de considerar el efecto registrado por el deterioro de valor de activos».

«La compañía atravesaba una compleja situación desde el punto de vista económico y financiero que se vio profundizada por los efectos generados por la pandemia Covid-19», indicó la empresa.

Un factor que influyó en la pérdida fue el ajuste contable realizado tras reevaluar los activos de gas, lo que redundó en una pérdida de $57 millones, por baja de precios a nivel mundial.

En lo que respecta al mercado de crudo y combustibles, la contracción en la demanda impactó fuerte en las ventas de YPF, admitió.

Las ventas de naftas cayeron 85% en la última semana de marzo y a partir de ese momento fueron repuntando gradualmente estabilizándose en julio con una caída de entre 40 y 45%, puntualizó la firma en el documento.

En el caso del gasoil, llegó a tocar una caída máxima del 50% para luego estabilizarse en torno a un retroceso del 20% en las últimas 10 semanas.

«Esta caída en las ventas, entre otras cosas, afectó los ingresos de la compañía que alcanzaron los 134 mil millones de pesos, un 17% menos que en el segundo trimestre de 2019», indicó.

La producción de hidrocarburos también se vio afectada por esta situación, disminuyendo un 9% respecto al trimestre anterior, admitió la petrolera.

Según la firma, la producción de petróleo a nivel país cayó cerca de un 11% en igual período y en el mundo la baja fue superior al 15% entre abril y junio.

«En este duro contexto para la industria global de petróleo y gas, la mayoría de las grandes petroleras reportaron resultados negativos de gran magnitud, incluyendo importantes ajustes a la baja del valor de sus activos», subrayó la compañía.

Consideró que frente a esta situación está «ejecutando una fuerte revisión de la estructura de costos para lograr una operación competitiva a nivel mundial y promoviendo eficiencias que permitan preparar el escenario para cuando se supere la situación».