Las lluvias registradas en las últimas horas sobre parte de la región núcleo agrícola, así como las previstas para los próximos días, aliviarían parcialmente la situación de stress termihídrico, pero serían insuficientes para evitar fuertes pérdidas por sequía en maíz y soja, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

Desde el domingo hasta el próximo miércoles se prevé un probable desarrollo de lluvias y tormentas sobre la región Pampeana, afirmó la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la entidad rosarina, a pesar de que advirtió que los fenómenos serán “aislados y erráticos” con grandes diferencias de registros en zonas muy acotadas.

“Pueden desarrollarse algunos fenómenos menores, muy puntuales y poco generalizados”, comentó el especialista José Luis Aiello, quien consideró que las lluvias del primero de enero permitirían “comenzar el alivio de situación”.

Para la entidad, se necesitan 50 milímetros para aliviar la situación de stress termohídrico de la región; mientras que ingenieros y productores del área consideraron que un fin de semana lluvioso “mejoraría todo”.

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Pero el problema es que se trata de “fenómenos aislados y erráticos con grandes diferencias de registros en zonas muy acotadas”, según afirmó Alfredo Elorriaga, consultor de GEA.

Por su parte, Aiello estimó que “los próximos diez días no aportarán una oferta de agua que satisfaga los requerimientos de la región núcleo; aumentarán las condiciones de inestabilidad y pueden desarrollarse algunos fenómenos menores pero muy puntuales y poco generalizados en cobertura y volumen”.

La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica del Departamento de Comercio de los Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) proyecta hasta el 8 de enero para la región central 5 a 15 milímetros, concentrados sobre el norte de La Pampa.

De cumplirse este pronóstico, indicó la BCR, el mayor grado de sequía que en este momento afecta a 27% del área pasaría a dominar sobre 62% de la región; para que esto no ocurra la región debería recibir 45 a 75 milímetros.

El cultivo que más preocupa ahora es el maíz: 75% de los suelos de la región núcleo ya está en condiciones de escasez de agua y sequía y el cultivo atraviesa su período crítico.

En el caso de la soja de primera, 15% está en estado regular: por las altas temperaturas, el cultivo durante el día detiene su crecimiento, al tiempo que aumenta la preocupación por la escalada de las plagas asociadas a la sequía.

Con este panorama, si la escasez de agua continúa no habrá vuelta atrás y el potencial de rinde se reducirá, concluyó el informe de la BCR.