El presidente Mauricio Macri «firmará hoy un decreto de emergencia hídrica que insta y promueve que las áreas involucradas, como la AFIP, los ministerios del Interior, de Salud y Desarrollo Social y de Producción y Trabajo», arbitren «los mecanismos para aliviar la difícil situación que se está viviendo» en las provincias del norte del país, anunció esta mañana el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

En rueda de prensa al término de la reunión del gabinete nacional, que encabezó el presidente Mauricio Macri, Frigerio dijo que las medidas están dirigidas a «tantos argentinos que están sufriendo esta situación como, particularmente, a los productores que están siendo afectados por la cuestión climática de los últimos días», que provocó inundaciones en Chaco, Santa Fe, Santiago del Estero y Corrientes.

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«Para saber con claridad cuál es el impacto económico de las inundaciones muchas veces hay que esperar que el agua se vaya, porque lo peor se ve cuando el agua se va», aclaró el ministro.
En ese plano, dijo que el Ministerio de Producción «está haciendo un relevamiento sobre todo en términos de producción agropecuaria, pero hoy todavía no tenemos un número preciso de lo que se ha perdido».

«Además, no sabemos cómo va a seguir el clima; hay que ser prudentes y estar cerca de los damnificados, de la gente que perdió todo», sostuvo Frigerio.

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El funcionario también subrayó que «hay que seguir con las obras» que está haciendo el gobierno nacional, que «son muy importantes para proteger los cascos urbanos, y esto se ha visto en Concordia, por ejemplo».

Las inundaciones en las provincias del norte y litoral argentino impidieron continuar con la siembra de soja y produjeron un recorte en la superficie destinada al cultivo de 200.000 hectáreas, informó hoy la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA). De esta manera, el área destinada a la soja descendió hasta las 17,7 millones de hectáreas.

En cuanto a los daños humanos, las inundaciones dejaron cuatro muertos y más de 3.500 evacuados en el litoral argentino.