Dos días antes de que la CGT se reúna para fijar la fecha del paro general, el Gobierno recibirá a los gremios de las cinco actividades más afectadas por los despidos, a fin de buscar alternativas para mejorar la complicada situación que atraviesan esas industrias.

En un último intento para desactivar la huelga general que anunciaría la CGT, el Ministerio de Producción y el de Trabajo organizaron esta convocatoria a los sindicatos metalúrgicos de la UOM, los mecánicos de SMATA, Textiles, Calzado y Cerámicos.

El encuentro se desarrollará -con horario a confirmar- en la sede de la cartera de Producción, donde estarán el ministro anfitrión, Francisco Cabrera, su par de Trabajo, Jorge Triaca, y el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana.

Si bien los funcionarios no les anunciarán a los gremios una rectificación de las políticas económicas tal como reclaman, propondrán iniciativas para atenuar el impacto de algunas medidas que afectan a esos sectores, según trascendió.

Uno de los principales reclamos de los sindicatos industriales, que motorizaron la marcha de la CGT del martes pasado aunque finalmente no fueron los que más afiliados movilizaron, es la llegada de productos importados que están afectando la producción nacional por la imposibilidad de competir con los valores de las mercaderías extranjeras.

Hace dos semanas, la Asociación Obrera Textil (AOT) advirtió que en los últimos tiempos esa actividad sufrió «más de 3.600 suspensiones y cerca de 1.500 despidos» por el cierre de «casi una decena de establecimientos fabriles», como consecuencia de la acumulación de stocks y apertura de las importaciones.

Por su parte, el secretario general de la UOM, Antonio Caló, denunció que en el sector metalúrgico ya se generaron unos «9.000 despidos» y otros «15.000 suspendidos» que tendrían que volver a trabajar este mes pero aún desconocen «cuál va a ser su futuro».

En tanto, el jueves pasado, la cámara empresarial y el gremio de la industria del calzado coincidieron en calificar de «muy grave» la crisis de ese sector, que afronta 4.500 despidos y más de 2.500 suspensiones en el último año por una brusca caída del consumo y el aumento de las importaciones», según indicaron.