El presidente electo, Javier Milei, adelantó que una vez que asuma enviará al Congreso un paquete “con reformas del Estado” y convocará a que sean tratadas en “sesiones extraordinarias”. Dentro de las iniciativas que enviará al Poder Legislativo, se incluirá una reducción en la cantidad de ministerios, que pasarán de 19 a 8: se verán afectadas las carteras de Salud; Educación; Trabajo; Desarrollo Social; Ambiente; Ciencia, Tecnología e Innovación; Cultura; Desarrollo Territorial y Hábitat; Mujeres, Géneros y Diversidad; Transporte; y Turismo y Deportes.

“El día 11 entra (al Congreso) un paquete enorme de leyes con toda la reforma del Estado y un montón de leyes asociadas a ello”, informó el presidente electo. Con la eliminación de once ministerios, el gobierno de Milei contará con ocho carteras: Defensa, Justicia, Economía, Capital Humano, Relaciones Exteriores, Infraestructura, Seguridad e Interior.

En una entrevista con La Nación+, Milei aseguró que su administración –que comenzará el 10 de diciembre– no va a esperar “a marzo a que vengan las ordinarias”, y apuntó: “Vamos a llamar a sesiones extraordinarias y vamos a tratar todos estos temas porque es urgente. No podemos esperar hasta marzo, porque empieza a caer la demanda de dinero. Los problemas hay que resolverlos cuanto antes”.

El mandatario electo reiteró que el impacto del ajuste que se va a aplicar “va a ser duro”, aunque atenuado porque será “ordenado”, al tiempo que advirtió: “Si es desordenado, va a ser un caos. Lo que proponemos es un ajuste ordenado”.

Además, admitió contratiempos en el armado del futuro gabinete: “Estamos armando un seleccionado y a veces en la dinámica algunos jugadores te dicen que no les interesa el partido”.

Puja en Diputados para definir al presidente del cuerpo

El presidente electo aseguró que buscarán “el mejor equilibrio político para que las leyes tomen curso” en el Congreso. Para tener mayoría parlamentaria y aprobar las iniciativas, deberán negociar acuerdos con otros bloques.

En este sentido, se acercan horas decisivas en la definición del nuevo presidente de la Cámara de Diputados y ya hay una lucha encarnizada entre el macrismo, que quiere sí o sí ese lugar para Cristian Ritondo, y el elenco de La Libertad Avanza, que prefiere allí a Florencio Randazzo para establecer puentes con el peronismo no kirchnerista, o en su defecto a algún “tapado” de las propias filas libertarias.

El PRO viene colonizando espacios de poder en el Gabinete, aunque aclara que la mayoría de las incorporaciones, como las de Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad o el posible desembarco de Luis Caputo en Economía, no fueron negociadas con el partido amarillo sino que fueron ofrecimientos a título personal.

La verdadera obsesión del macrismo es que la silla que hasta el 10 de diciembre ocupará Cecilia Moreau sea concedida a Ritondo. Desde ese lugar, conjeturan, el PRO podrá ejercer un rol de poder real enhebrando los acuerdos necesarios para el quórum y la obtención de leyes.

En cambio, sin la conducción de Diputados, se desdibujaría la influencia del que fuera el principal partido de la oposición. Y por si acaso dejan trascender que sin ese papel para Ritondo no habrá alianza formal con La Libertad Avanza ni apoyo automático a las leyes que envíe al Congreso el Poder Ejecutivo, y tampoco interlocución con los sectores de Juntos por el Cambio que podrían sumarse al dispositivo de “gobernabilidad” como los radicales de Mendoza, Corrientes y Chaco, y lo diputados de bloques provinciales.

En el entorno de Ritondo están en estado de alarma, conscientes de que el propio Milei se estaría inclinando por Randazzo (si bien la decisión no está tomada), lo cual rompería una supuesta promesa de palabra que le habría hecho el líder de La Libertad Avanza al bonaerense antes del balotaje.

Cerca suyo repiten como un mantra que el PRO le garantiza a Milei 40 diputados propios (es decir todos los amarillos a excepción de una media docena de díscolos larretistas), que se sumarían a los 38 de La Libertad Avanza, y un puñado más entre los que se encuentran José Luis Espert y Ricardo López Murphy. El interbloque podría tener así entre 80 y 90 diputados, aún muy lejos del quórum de 129, pero al menos sería una base sólida y segura para después pensar en ampliar la base de sustentación.

En cambio, Randazzo no tiene capital propio para ofrecerle a La Libertad Avanza. La retirada de Alejandro “Topo” Rodríguez y de Graciela Camaño del interbloque Federal dejó expuesta la flaqueza política del ex ministro de Interior, que apenas podría sumar a cuatro diputados cordobesistas con terminal política en el gobernador saliente Juan Schiaretti.

Con menos intensidad a aquellos dos suena Miguel Pichetto como opción. Y de parte de La Libertad Avanza hay otros nombres de “tapados” que se suman al bolillero como Oscar Zago, la periodista Marcela Pagano, el riojano Martín Menem y la bonaerense Juliana Santillán. El problema es que ninguno de ellos tiene experiencia en el Congreso nacional.

Sin embargo, desde Unión por la Patria dejaron trascender que ni Ritondo ni Randazzo forman parte de La Libertad Avanza y que al no ser oficialistas no debería haber luz verde para ellos. Para poder designar un presidente, se necesitan 129 votos y Milei no los tiene, por lo que necesitará imprescindiblemente del consentimiento del actual oficialismo.