La Cámara de Diputados aprobó este jueves y envió al Senado el proyecto de ley que reforma la Ley de Tránsito para reducir de 0,5 a 0 miligramos la cantidad de alcohol por litro de sangre que puede tolerarse para conducir, con 195 a favor, 19 en contra y cuatro abstenciones.

La ley se aplicará solo en las rutas nacionales. Las provincias vitivinícolas, como Mendoza y San Juan, presentaron las principales objeciones, incluso habían planteado alternativas que no incluían modificaciones en el límite de alcohol en sangre.

Estuvieron presentes varias organizaciones de familiares de víctimas de siniestros viales, que vienen bregando hace 20 años -desde que se presentó el proyecto por primera vez- y hoy se llevaron un reconocimiento a la lucha que protagonizaron.

En el inicio del tratamiento del proyecto, el presidente de la comisión de Transportes, Jorge Rizzotti (UCR), señaló: «Esta ley es producto del esfuerzo que hicieron quienes están en los balcones, la movilización y compromiso de muchas ONGs que hoy nos acompañan y que fueron quienes pusieron en el conocimiento de todos los diputados el objetivo de esta ley, que lejos está de ser una ley contra el consumo de alcohol. No tiene que ver con la prohibición de beber sino de no conducir cuando se ha consumido alcohol».

«Todos los abordajes terapéuticos y de control del uso de sustancias en usuarios y usuarias, que tienen perspectiva de derechos, coinciden en que el consumo de sustancia no es compatible con conducir vehículos», completó el miembro informante del proyecto.

Para el diputado jujeño, «la modificación de esta ley es un paso fuerte de extremo, un paso en un camino largo. Esta legislación intenta un cambio cultural, pretende luchar contra la violencia vial y configurar una práctica de conciencia y responsabilidad ciudadana. En términos andinos, ‘el buen vivir’: el tránsito de la vida con respeto por uno mismo, los otros y la madre tierra».

«Familiares y organizaciones expusieron sus trágicas historias de muerte evitables como resultado del manejo de conductores ebrios. Hay demasiadas familias que han perdido a sus seres queridos por automovilistas que conducen en estado de ebriedad», remarcó.

Por el Frente de Todos, Jimena López, vicepresidenta de la comisión de Transportes, destacó que «esta ley que tiene que ver con la siniestralidad producto del consumo, viene a reparar al menos un poco, la gran pérdida que sufrieron muchas familias»

«Esta ley viene a poner límite a la especulación de una copa o dos. El consumo tiene impacto y afecta las facultades», completó.

Desde su mismo bloque, Daniel Arroyo, también expresó su respaldo: «Entiendo que la cuestión de los siniestros viales va mucho más allá del problema del consumo de alcohol, que tiene otras dimensiones, pero acá estamos haciendo algo claro, diciendo alcohol cero al volante».

En caso que el Senado de la Nación ratifique la norma que se aprobó en Diputados, la tolerancia para todas las categorías será 0.

La iniciativa busca generar un “cambio cultural” para “configurar una conciencia y responsabilidad ciudadana”.

El Director Ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial,  Martínez Carignano aseguró antes de que se debatiera en el recinto el ´proyecto que «en todos aquellos lugares donde se ha decidido disociar definitivamente el alcohol de la conducción, las estadísticas han sido contundentes en el sentido de mostrar un rápido descenso de la siniestralidad vial asociada al consumo de alcohol».

Aseguró que el «Alcohol Cero al volante es una ley que necesitamos como sociedad para dejar de ver diariamente a familias que pierden algún ser querido por culpa de alguien que conduce alcoholizado».