La comisión mixta de los poderes Ejecutivo y Legislativo encargada de elaborar una nueva fórmula de movilidad previsional recibió este lunes las exposiciones de representantes sindicales de la CGT, la CTA y la CTA Autónoma, en la última de las 17 jornadas de consulta a especialistas e interesados en el tema previo a iniciar el debate interno.

El abogado de la CGT, Federico West Ocampo, dijo que «no hay fórmula que sea mejor que otra» y que «lo que debe reflejar es que los beneficiarios se acerquen lo mas posible en sus ingresos a los que tenían cuando se encontraban en actividad».

«El problema de los jubilados no está en la fórmula sino en el ingreso base. Debemos encontrar un ingreso que permita superar el umbral de la pobreza donde hoy está sumido casi la mitad del sistema. Es allí donde debemos preocuparnos», aseveró

El diputado y secretario general de la CTA, Hugo Yasky, destacó a su turno que en la Argentina se pudo «recuperar el sistema jubilatorio público de reparto y eso ha sido un gran paso, porque hubiésemos tenido en este momento una situación caótica, como la que tiene nuestro país hermano Chile».

«Creemos que es el camino que debe encontrar la manera de garantizar que ningún jubilado quede de pobreza. Vamos acompañar cualquier iniciativa que surja de un consenso y podamos establecer una formula que sea virtuosa y permita a los jubilados tener retribuciones dignas», agregó.

Jorge Molina, de la CTA, dijo que «la fórmula de movilidad no determina los ingresos del sistema previsional» y que «la sustentabilidad del sistema jubilatorio depende de políticas macroeconómicas que alienten el empleo y la producción y que no aliente la especulación financiera».

Horacio González, de la CTA Autónoma, consideró que «un punto central de la problemática es reestablecer un mínimo jubilatorio que garantice un determinado nivel de vida y, fundamentalmente, un nivel de vida digno».

El secretario general de ATE nacional y secretario adjunto de la CTA Autónoma, Hugo Cachorro Godoy, advirtió que para fijar la nueva fórmula, «se parte de una base donde la situación de los haberes jubilados está sumamente atrasada, como muchos de ellos por debajo de la línea de la pobreza».

«No hay que pensar en un mecanismo que sólo nos permita preservar los ingresos, sino también que nos permita aumentarlos», agregó.

En ese sentido, expresó: «Entendemos que el mecanismo que se debe establecer no solo debe estar ligado al sistema de ingresos del sector activo, sino que también se deberá contemplar que no caigan por debajo de niveles inflacionarios y de las canastas básicas»

«El sistema previsional sufre el agravante o el perjuicio de tener paralelamente un sistema laboral debilitado por el desempleo y la precarización», advirtió Godoy.

Dijo que «no solo hay que ver la fórmula de distribución que surja de la movilidad jubilatoria, sino también pensar en mecanismos de financiamiento que no dependan solo de los aportes de los trabajadores en actividad, sino que pueda haber aportes de otras fuentes, como sectores privilegiados o de mayores fortunas a través de un sistema impositivo más progresivo».

Carlos Ortega, de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), señaló que «discutir la fórmula solamente es reducir la discusión» y que «si uno cree en un sistema de reparto solidario, la derogación de la PUAM debe ser otra meta del sistema de jubilación argentino».