El gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, aseguró que el eje de su política sanitaria contra la pandemia de coronavirus está en «evitar que la población se relaje», ir «a la caza» del virus «con mayores testeos» en sectores vulnerables, y empezar a «poner un ojo» también en «lo productivo y el empleo».

«Ahora hay que poner un ojo en la salud y otro en lo productivo y el empleo», dijo en una entrevista que publicó este domingo el diario La Nación Perotti, cuya provincia estuvo diez días sin que se detectara ningún caso de coronavirus hasta este sábado, cuando se confirmó uno en Rosario.

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Si bien la provincia está en la llamada fase 4, Perotti consideró que hay que «evitar que la población se relaje» y no autorizó las salidas recreativas, pero además puso en marcha un plan «para ir a la caza del coronavirus, como infectólogos, con mayor cantidad de testeos en lugares vulnerables, como geriátricos y barrios populares, para actuar con mayor rapidez si se produce un brote del virus».

Dijo que el movimiento en la provincia, tras la flexibilización (10 de mayo) de la cuarentena «es del 75 por ciento» y asumió que «ahora la responsabilidad está depositada en la conducta de la población» pero siempre con «un esquema vertical», porque de lo contrario «todo se desordena».

En este sentido, marcó la importancia que tuvieron «los intendentes, en la organización territorial» frente a la pandemia y mencionó las exigencias que tiene para que «se cierren» las rutas con Buenos Aires y Chaco, donde hay mayores casos de coronavirus, algo que resolvió con «mayores controles».

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Perotti destacó el respaldo que recibieron las provincias de parte del presidente Alberto Fernández y señaló: «Alberto siempre estuvo preocupado por que la situación no se vaya de las manos en las provincias. Siempre hubo un fuerte respaldo y un contacto permanente».

En este contexto, asumió que lo que viene es «un momento de reconstrucción, no solo de la economía, sino también de los vínculos laborales y del tejido productivo», algo así como «empezar a sacar la nariz del agua», dijo.

El gobernador reconoció que para su provincia «la crisis económica es aguda, con una caída del 8,5% del PBI y una baja en los ingresos provinciales en torno al 40 por ciento» y destacó la importancia de la tarjeta Alimentar que comenzó a distribuirse antes de que comenzara el aislaimiento social, preventivo y obligatorio,  y que «fue clave para llegar a los más vulnerables», e «imprescindible para que la gente no saliera de los barrios a buscar comida».

Dijo que la industria alimenticia y el campo «nunca se paralizaron en Santa Fe» porque hicieron «un esfuerzo enorme con innumerables controles y protocolos» y mencionó que «trece mil camiones que todos los días van a los puertos del Gran Rosario siguieron transitando, porque una de las prioridades del Presidente era que la exportación no se podía parar».