El papa Francisco encabezará el próximo lunes desde el Vaticano un rezo mundial a la Virgen desatanudos por la esperanza para la pospandemia y temas específicos como el desempleo, la violencia contra las mujeres y a favor del «progreso humano».

El pontífice presidirá el 31 de mayo un rezo hacia la Virgen desatanudos, de la que es devoto desde su época de arzobispo porteño, para finalizar el mes de oración convocado durante mayo para llevar esperanza de cara a la pospandemia de coronavirus.

Según informó este jueves un comunicado del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, la oración que iniciará a las 17.45 locales (12.45 en la Argentina) se basará en cinco ejes, o «nudos», por los que el Papa pedirá a la Virgen.

El primer nudo que hay que desatar es el de la relacionalidad herida, la soledad y la indiferencia, que se han profundizado en este tiempo, planteó el Vaticano.

El segundo nudo es el del desempleo, con especial atención al desempleo juvenil, al femenino, al de los padres de familia y al de los que intentan defender a sus empleados.

El tercer nudo, de acuerdo al comunicado, está representado por el drama de la violencia, en particular la que se origina en la familia, en el hogar dentro de las paredes de la casa, hacia las mujeres o deflagrada en las tensiones sociales generadas por la incertidumbre de la crisis.

El cuarto nudo se refiere al progreso humano, que la investigación científica está llamada a apoyar, poniendo en común los descubrimientos para que sean accesibles a todos, especialmente a los más débiles y pobres.

El quinto nudo a desatar es el de la «atención pastoral» para que las Iglesias locales, las parroquias, los oratorios, los centros de pastoral y de evangelización redescubran el entusiasmo y el nuevo impulso en toda la vida pastoral., además de para «que los jóvenes puedan casarse y construir una familia y un futuro».