Por Santiago Fraga

Se acercan las elecciones presidenciales en Estados Unidos y, como suele suceder siempre, el mundo y sus destinos están más que pendientes de ello. En el marco de su visita a Rosario, donde participó de una charla sobre Diplomatura en Formación Sindical en Empleados de Comercio, el politólogo y sociólogo Atilio Borón charló con Conclusión y dio su parecer respecto de los comicios, ejemplificando también el papel argentino ante dicho panorama.

— ¿Cómo ves el panorama de cara a las elecciones en EE.UU, y cuál es tu opinión de Trump y Clinton?

— Mi opinión es que nosotros no tenemos que hacernos ninguna ilusión sobre las elecciones que haya en Estados Unidos. Nada de eso va a ayudar a América Latina. Estados Unidos es un imperio, lo que se elige es un emperador, que no gobierna por motus proprio sino que lo hace en nombre de esos que hemos dado en llamar gobierno invisible, que es el complejo americano industrial y los grandes lobbys que rigen la economía norteamericana. Ellos tienen un diseño para América Latina que es mantenerla subordinada, dividida, como furgón de cola del imperio y absolutamente nada más. Así que si gane Clinton o gane Trump para nosotros las cosas no van a cambiar. Lo que puede hacer cambiar las cosas es nuestra capacidad de organización supranacional, como fue lo que intentó Chávez con la Unasur y la Celac, que si se llega a reactivar puede ser el elemento que pueda hacer una diferencia.

boron-atilio-salvadorDe todas formas, ya hilando fino, te diría que el ataque de Trump a la globalización neoliberal y al tratado Transpacífico, hecho en provecho de ellos y por una necesidad interior de los Estados Unidos, puede llegar a tener un efecto benéfico sobre América Latina, no porque quieran beneficiarnos sino porque la liquidación del acuerdo de alguna manera debilita el impulso neoliberal en la región y eso va a ser bueno para nuestros pueblos.

— Principalmente en los medios y en las redes ha habido también una demonización excesiva de la imagen de Trump, y creció la figura de Clinton como la salvación de que el mundo explote.

— El que mejor sintetizó todo esto es Julian Assange, el creador de Wikileaks, cuando dijo hace pocas semanas que elegir entre Clinton o Trump es como la persona que elige morir por cólera o por gonorrea. Son dos formas horrible de morir, y en el fondo creo que de eso se trata. Ninguno de los dos ofrece para América Latina nada bueno. Hillary Clinton no ha dicho nada sobre América Latina, pero no ha hecho gran cosa nunca por esta región, y es más, cuando tuvo responsabilidades como secretaria de Estado se comportó con una soberbia y una virulencia hacia Latinoamérica y hacia la OEA nada menos, de empresaria iracunda, intolerante y violenta. Clinton es una arpía de lo peor, y Trump es un loco de la guerra capaz de hacer cualquier cosa.

— ¿Porqué crees que se viene dando este avance de la derecha?

— Yo creo que este avance de la derecha es la respuesta dialéctica a lo que fue el avance que tuvo la izquierda en estos últimos 15 años, entonces lo natural era que más pronto que tarde la derecha de América Latina hiciera un esfuerzo, muy impulsada por Estados Unidos, para revertir esa situación. Eso por una parte, y por otro porque los gobiernos de izquierda de América Latina cometieron algunos errores que facilitaron la conformación de una amplia coalición de derecha. En el caso argentino es evidente; hubo algunos problemas muy boron-atilio-3-salvadorserios en la aplicación de la política económica: creo que Argentina empieza tarde, recién con Axel Kiciloff, a enfrentar el problema de la inflación, pero antes de él era un problema negado y que estaba erosionando la base social del kirchnerismo. Hubo errores muy serios en la forma en cómo se planteó la 125, que fue una forma absurda porque vos no podías poner en la misma bolsa a un chacarero de una zona a 40 km de Rosario que tiene 50 hectáreas con un Grobocopatel que tiene 250.000. Aplicar un mismo impuesto a esas dos categorías de propietarios fue un acto mayúsculo de estupidez política. O el otro error fundamental que fue no nacionalizar el comercio exterior y no evitar el cepo cambiario. Esos errores dieron lugar a una crítica populista de derecha, donde viene Macri y dice “vamos a conservar todo lo bueno y mejorar lo malo” y eso generó esta derrota.

— ¿Se podría decir que estamos ante un nuevo Plan Cóndor?

— Evidentemente hay un Plan Cóndor mediático en este momento, que es lo que han venido denunciando los presidentes Rafael Correa, Nicolás Maduro y Evo Morales. Es indudable eso. Hay una coordinación internacional de los grandes oligopolios mediáticos tendientes a criminalizar y satanizar a estos gobiernos y a hacer todo lo posible para socavar las bases que permitan sobrevivir en un ambiente político económico cada vez más tenso. Un Plan Cóndor que además no se limita tan sólo a criminalizar sino a encubrir actos delictivos, como por ejemplo los Panamá Papers y los de Bahamas, o a ocultar fenómenos tales como la masacre que se está dando en estos momentos en Honduras. donde hemos visto lo que pasó con Berta Cáceres y tanta otra gente. Pero sí, evidentemente hay un Plan Cóndor que no solamente es mediático, sino que encubre también asesinatos y represiones muy violentas de los pueblos.

— ¿Cómo está parada Argentina frente a todo este panorama?

— Argentina estaba parada de una manera antes y ahora con Macri de otra, pero creo que todavía no está estabilizada esa forma. Yo creo que el gobierno de Macri todavía no está realmente estabilizado como para decir “Vamos a tomar este rumbo”. Es un gobierno que tiene oscilaciones muy extrañas, compra de armas que dicen que van a comprar a Estados Unidos pero también dicen que van a comprar armas en Rusia; ataques virulentos en contra del Mercosur pero a la vez el Mercosur sigue en pie; o sea, es un gobierno muy inconsistente, muy vocal, que habla demasiado, que alardea demasiado pero a la hora de los hechos en algunos temas parado internacionalmente de Argentina ha habido un cambio, pero ese cambio no acompañó la radicalidad de lo que era su expresión verbal, lo que me hace pensar que si aunamos fuerzas quienes estamos en el campo de la oposición podemos parar este desplazamiento hacia la derecha del gobierno de Macri.

boron-atilio-1-salvador— ¿Entonces este gobierno de Macri es un avance de la derecha, pero no sería una derecha definitiva?

— Claro, definitivo no es. Yo creo que es un gobierno que está tanteando, que está con ensayos y errores en sus propias palabras, que no tiene resueltos todos los problemas y que probablemente se encuentre con serias dificultades a lo largo del camino, y que yo no estoy seguro de cómo le va a ir en las próximas elecciones. Si le va muy mal en octubre de 2017, va a tener gravísimos problemas para llegar hasta el 19. Acá no ha terminado el partido. Todavía estamos jugando. Acaba de empezar el segundo tiempo nomás y vamos 1 a 0 abajo, así que hay chances de darlo vuelta todavía.