Villa Constitución, la ciudad de las grandes luchas metalúrgicas, vuelve a hacer un llamado de atención. Tras los despidos del año pasado, Acindar se prepara para reducir el plantel de trabajadores, y además adeuda el bono de fin de año tanto a los integrantes de planta, como a contratistas.

Es por eso que los trabajadores de la multinacional siderúrgica realizaron una huelga en el día de hoy que se extenderá hasta las 6 de la mañana de este jueves, por “políticas de achique en sectores como el taller central y colada, con el objeto de la patronal de aumentar la productividad”, según denunciaron los obreros.

Consultado por Conclusión, Pablo Gonzales, secretario general de la UOM Villa Constitución, advirtió que intensificarán las medidas de fuerza porque “la empresa está tomando represalias, en cuanto a los contratados, les están diciendo que mañana no se presenten a trabajar. Es una medida de adoctrinamiento que castiga a un universo de 300 personas”.

“La empresa viene denegando el pago de un premio que se paga desde el año 2005, por lo que pasa a ser un derecho adquirido. La fecha de pago de todos los años es el 23 de diciembre, y este año dijeron que no se iba a abonar”, agregó Gonzales.

Sobre las medidas que tomarán de continuar el conflicto, Gonzales, indicó que seguirán con paros “intermitentes”, y que el día de mañana realizarán asambleas.

El dirigente aseguró que Acindar terminará el año “con un balance positivo de 3 dígitos, de más de 100 millones de dólares seguramente».

«Somos rehenes de un conflicto con el gobierno porque quieren que las dos represas que se van a construir en Santa Cruz, la parte de la carga impositiva, sea corrida para el costado”.

En cuanto a la situación de los trabajadores para el 2017 expresó que “hay una afectación de planteles muy importantes, los gerentes ya nos comunicaron que van a pasar los dos hornos a tres turnos, por lo que habrá 150 personas que no van a estar trabajando”.

“Si se le sigue haciendo caso omiso a las necesidades de la industria vamos a desaparecer. Si el mercado automotriz, y la construcción no levantan el futuro no es bueno. Hay decisiones económicas como la apertura de las importaciones que nos están perjudicando”, concluyó.