El presidente Mauricio Macri mantuvo hoy un fuerte cruce verbal con su par de Venezuela, Nicolás Maduro, quien lo acusó de «ladrón» y «mentiroso», por lo que las relaciones bilaterales quedaron en un punto crítico.

El disparador del enfrentamiento público fue el intento fallido de la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, de ingresar sin invitación a la reunión del Mercosur que se desarrolló esta semana en Buenos Aires: la diplomática aseguró que recibió golpes cuando intentaba traspasar la puerta principal de la sede de la Cancillería, por los que fue al médico y ahora utiliza un cabestrillo en un brazo, aunque aclaró que no sufrió fracturas.

«El cobarde de Macri mandó a agredirla (…). Cobarde, eres un cobarde Macri, no te metas con las mujeres. Macri, cobarde, oligarca, ladrón», sentenció este viernes Maduro, en un acto de graduación de médicos en Caracas, al que asistió la canciller.

En el acto, que se realizó en el Panteón Nacional, Maduro incluso condecoró a Rodríguez con la «orden de libertadores y libertadoras de Venezuela», por su «valentía y patriotismo», informó la agencia internacional AFP.

«La Argentina se encargará de ti y te secarás, como se seca todo el que se mete con los hijos de Bolívar y de Chávez, cobarde», remató el mandatario en un mensaje dirigido a Macri.

El sucesor de Hugo Chávez advirtió además que si la canciller argentina hubiera sido agredida por los cuerpos de seguridad de Venezuela, habrían «armado un escándalo CNN y todos los medios de la oligarquía, el Clarín en Buenos Aires, La Nación», pero que «como la agredida es la canciller de Venezuela, ellos guardan silencio, cómplices y cobardes».

Más temprano, el presidente Macri había salido al cruce de los dichos del diputado y expresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, quien lo había tildado de «cobarde»: «Cobarde es someter a un pueblo por la fuerza y no dejarlo expresarse», remarcó el mandatario argentino luego de mantener una reunión bilateral con la presidenta chilena, Michelle Bachelet.

«Desde el primer día ratificamos que creemos en la necesidad de que los venezolanos puedan volver a decidir sobre su futuro. El Gobierno que tienen hoy, desoyendo los pedidos de los venezolanos y del mundo entero, insiste y todos los días nos enteramos de nuevas disposiciones que castigan aún más al pueblo venezolano», sostuvo el mandatario argentino en referencia a Diosdado Cabello, el hombre fuerte de Venezuela y considerado número dos de Maduro.

En conferencia de prensa en la Quinta de Olivos, el líder de Cambiemos consideró además que la actitud de la canciller venezolana «no es para tomarla seriamente», ya que -remarcó- «alguien no puede autoinvitarse a un lugar al que no ha sido efectivamente participado», en alusión a la decisión de Rodríguez de irrumpir en el Palacio San Martín a pesar de la suspensión de Venezuela del bloque regional.

«Es una anécdota menor frente a lo que está sufriendo el pueblo venezolano. Lo triste es la pobreza, el abandono, la falta de garantías sobre los mínimos derechos humanos que hoy está sufriendo y está siendo víctima la población venezolana», agregó Macri.

La relación entre el Gobierno de la Argentina y de Venezuela tuvo un vuelco a partir de la asunción presidencial de Macri en diciembre pasado, aunque es la primera vez que el enfrentamiento bilateral estalla en público con los mandatarios como protagonistas.

Cabello, exvicepresidente caribeño, no sólo había cuestionado a Macri sino que le había pedido al encargado de negocios de la Embajada argentina en Venezuela, Eduardo Porretti, que abandonara el país: «Ese embajador, si tiene un poquito de dignidad, recoja sus maletas y váyase de aquí. Su Gobierno es enemigo de la Patria de Bolívar. Váyase de aquí», reclamó.

En el Gobierno argentino, sin embargo, advierten que para retirar al representante nacional en Caracas debe haber primero «un pedido formal» en ese sentido: «Si ellos quieren sacarlo, que lo pidan formalmente y se va. Hasta ahora no hubo ningún pedido», indicaron a NA fuentes oficiales.

Maduro, por su parte, afirmó este viernes que si bien hay muchas diferencias entre ambos gobiernos, los convenios internacionales y la ética deben prevalecer.