El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, respaldó hoy la marcha de protesta contra el avance de la inseguridad convocada para el 11 de octubre por las víctimas de ese flagelo, y al respecto consideró que «tiene que ayudar a que todos los actores tomen conciencia» de la problemática.

A su vez, el funcionario cargó contra el kirchenrismo por haber «invisibilizado» el tema cuando ejercía el gobierno nacional, y analizó que «nunca diseñó políticas» específicas para combatir la inseguridad porque nunca le interesó «hacerse cargo» del problema.

«(La marcha) está muy bien porque esto tiene que ayudar a que todos los actores tomen conciencia», recalcó Garavano en declaraciones a Radio Mitre.

«Este tipo de manifestaciones ayudan a que fiscales jueces, diputados senadores y policías, tomen conciencia del esfuerzo que hay que hacer para tratar de que la transición hacia un país
más seguro, podamos vivir la de la mejor manera posible y con la menor cantidad de victimas posibles», amplió.

Anunció que en coincidencia con la movilización, ese mismo día entraría en vigor la ley de Flagrancia, que -según explicó- tiene la finalidad de «permitir que las personas que son detenidas cometiendo un delito no recuperen la libertad» de manera tal de «cortar la puerta giratoria de la que tanto se ha hablado».
El ministro cuestionó al gobierno anterior por haber «escondido» e «invisibilizado» la inseguridad «durante muchos años», y al respecto apuntó: «Al no hacerse cargo, nunca diseñó políticas. Y este es un tema que requiere políticas integrales».

En este punto, explicó que más allá de los aspectos que requieren reformas a nivel de la Justicia, también resulta «necesario avanzar en políticas sociales que reduzcan los niveles de desigualdad», poniendo el foco en «la educación y en la escolaridad».

Al realizar un diagnóstico sobre el problema de la inseguridad, puntualizó que «generalmente víctimas y victimarios son jóvenes entre 14 y 28 años», en tanto que cuestionó a la
Justicia por la tendencia a avalar prácticas de «puerta giratoria».

«Tenemos delincuentes que salen rápido, casos que no llegan a juicio, personas con antecedentes que siguen cometiendo delitos y un servicio penitenciario que reincorpora a la sociedad gente
que no está preparada para volver», evaluó Garavano.