Este jueves autoridades municipales, concejales y entidades civiles y comerciales, presentaron en la sede de Aehgar (Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y afines de Rosario), los avances en la adhesión de la campaña «Los alimentos no se tiran».

Ya son 80 los bares y restaurantes de los principales paseos gastronómicos que adhirieron a la campaña municipal para visibilizar la importancia de que los clientes puedan llevarse la comida que no es consumida en el momento, bajo la leyenda «No son sobras, es otra comida», y atendiendo a la problemática de que en nuestro país se desperdician 1,5 millones de toneladas de alimentos por día.

Mediante el ofrecimiento de distintas piezas gráficas en los locales, como posavasos, servilleteros, manteles, se busca identificar a los locales con la campaña y visualizar la iniciativa para un consumo responsable.

Conclusión se hizo presente en el lugar y dialogó con Marina Borgatello, secretaria de Ambiente y Espacio Público, quien orgullosa destacó «otro paso que se da de la mano de gastronómicos y hoteleros, dos espacios muy importantes de la ciudad, asumiendo el compromiso de trabajar en el desperdicio de alimentos como política pública».

«El objetivo -explicó- es sensibilizarnos con el tema, porque sabemos que un tercio de todos los alimentos que se producen a nivel mundial se desperdician y que si lográramos evitar desperdiciar el 25% de ese tercio que se desperdicia terminamos con el hambre en el mundo«, dijo la funcionaria y agregó: «Esto que es un problema a escala global, sí tiene tratamiento a escala local y eso es lo que estamos articulando con los distintos sectores».

Finalmente destacó que «en Rosario llevarse los alimentos que no se consumen en los locales gastronómicos es un derecho y es la primera ciudad del país que lo tiene como derecho».

Por su parte, Rodrigo Pastor presidente de Aehgar señaló a Conclusión que «es una iniciativa muy positiva porque de otra forma lo que no se consume en un bar o restaurante termina en la basura«.

Además indicó que «es una campaña que permite trabajar contra el hambre minimizando la generación de residuos«.

En tanto el concejal radical Sebastián Chale, explicó que «la ordenanza vigente busca promover cambios de hábitos, transformar costumbres en cuanto a la venta pero fundamentalmente en cuanto al consumo. Que sea un consumo más responsable, que tenga como premisa que ‘el alimento no se tira, no se puede desperdiciar’«.

«Obviamente se trata de un pequeño cambio, pero los pequeños cambios generan grandes transformaciones y ese es el espíritu de esta ordenanza», dijo entusiasmado y siguió: «Hace a una sociedad más equilibrada, más justa, que esperamos poder llevar adelante con otras problemáticas sociales que preocupan, como el alcohol».

La campaña ya fue promocionada en los centros gastronómicos de Pichincha y Pellegrini. Y durante los próximos días seguirán por los locales del patio de comidas de los shoppings, bulevar Oroño, San Martín y la Costa Central.