Por Marina Vidal 

La inflación a la cual los ciudadanos deben “sobrevivir” cambia día a día y se incrementa a niveles preocupantes. De un año a esta parte, cientos de productos han acrecentado sus precios y esa suba no condice o corresponde con los aumentos de sueldo de los trabajadores. Así, el costo de vida de los rosarinos es una problemática que se debate en la mesa de muchas familias, amigos y compañeros de trabajo y la pregunta ¿cómo llegar a fin de mes? no tiene muchas respuestas favorables.

Para tener una idea certera de los aumentos de precios en distintos rubros, Conclusión realizó un relevamiento específico tomando entre cinco y quince artículos de distintas categorías para comparar los precios del 2015 y 2016.

Cada categoría tiene sus particularidades y puntos a tener en cuenta que serán detallados a continuación. A grandes rasgos se pudo corroborar que los alimentos de la canasta básica aumentaron entre un 15 y un 60 por ciento; la indumentaria entre un 50 y 180 por ciento; los alquileres un 43 por ciento; los impuestos del 30 al 200 por ciento; el estacionamiento un 71 por ciento; sacar una fotocopia el 100 por ciento y festejar un cumpleaños infantil un 210 por ciento. 

Rubro Almacén: cabe aclarar que se tomaron productos de la canasta básica y los meses de referencia fueron agosto de 2015 y julio de 2016. Así por ejemplo la yerba aumentó un 19%, el café un 29%, el arroz un 27%, la carne un 51% y la banana un 26%.

ALMACEN

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Rubro Indumentaria: los precios fueron relevados de un local céntrico de una marca reconocida. En este caso por ejemplo un jean de hombre aumentó un 183%, una camisa un 67% y un par de zapatillas el 100%.

Indumentaria

 

 

 

 

 

 

 

Vivienda: analizar los aumentos en los alquileres demandaría un debate interminable. La suba de las tarifas otro tanto y el incremento en los gastos centrales no llegaría nunca a ser exacto porque varían según la zona, la cantidad de departamentos, los servicios del edificio, entre otras muchas particularidades.

Por lo cual, Conclusión analizó el ejemplo de un departamento de la zona céntrica con un dormitorio, un ascensor y sin personal de seguridad. De tal caso se pudo corroborar que el precio del alquiler en 2015 fue entre $2.800 y $4.000; en 2016 el alquiler fue entre el $4.000 y $7.000. Es decir un 43%.

Teniendo en cuenta ese mismo inmueble, las expensas aumentaron de $350 en 2015 a $950 en 2016, es decir un 171%. Respecto a los impuestos, el servicio que más subió fue la luz con un 206%.

Impuestos2

 

 

 

 

 

 

Perfumería: notable es el trabajo de las perfumerías de los barrios que deben lidiar con los aumentos de los insumos de este rubro. Es que la suba de precios fue notable y la baja en las ventas oscila mes a mes no permitiendo una estabilidad. Así, un esmalte de uñas aumentó un 56%, una Prestobarba el 67% y un rubor el 70%.

esm

 

 

 

 

 

 

 

 

Electrodomésticos: entre los cuatro electrodomésticos relevados el porcentaje mayor se lo llevan las heladeras con un 51%.

electrodomesticos

 

 

 

 

Consumos diarios: Conclusión consideró necesario hacer un relevo de los precios de consumo diario como ser el transporte, la nafta, el cine entre otras cosas. Los resultados fueron los siguientes: (Hacer click sobre la imágen)

Se pudo calcular que una estadía en un estacionamiento aumentó un 71%, alquilar un mes una cochera el 43% y el pasaje de colectivo un 47,82%. En tanto, el litro de nafta subió un 38%, jugar al quini un 50% y sacar una fotocopia el 100%.

En los gráficos detallados a continuación se puede comparar el precio de una parrillada para dos, la cual en un año aumentó un 300%, la cuota de un colegio semi privado de barrio Echesortu un 75% y la cuota de un gimnasio un 72%.

Otro relevamiento que analizó Conclusión fue el aumento en la entrada al cine que subió un 88% y alquilar tres horas un salón para un cumpleaños infantil un 210%.

Es necesario reiterar que cada categoría podría desmenuzarse de acuerdo a sus particularidades y excepciones. Este informe pretendió dar un pantallazo de productos y servicios de consumo diario. Ahora bien, teniendo en cuenta estos aumentos habría que analizar si son desmesurados, vergonzosos, aberrantes o correctos. Para ello, se debería consultar a especialistas y hacer un balance. Sin embargo será para otro capítulo.