Por Marcelo Chibotta

Mientras en diferentes lugares del país se viene desarrollando la denominada Marcha Federal, organizada para protestar contra las políticas económicas del presidente Mauricio Macri, el secretario general de la Asociación Bancaria a nivel nacional, Sergio Palazzo, durante su estadía en Rosario dialogó con Conclusión y aseguró que las medidas del gobierno “claramente han perjudicado a los trabajadores, al sector de la industria, a los pequeños comerciantes, que está provocando una altísima inflación, caída del empleo y que la apertura de las importaciones significan más desempleo”.

Luego de afirmar que el sentido de la marcha es que el gobierno “cambie su rumbo”, Palazzo consideró que no alcanza con relevar a los funcionarios del gobierno para que los cambios se produzcan “porque el concepto es ideológico y lo marca el presidente de la nación. A veces, cuando se busca responsabilidad en otras áreas, hay que ver quien toma la decisión final y en el caso de un gobierno, quien la toma es el presidente que dispone quiénes son sus ministros, sus funcionarios  y es el que da la última palabra respecto a las políticas”.

“El ministro (Juan Carlos) Aranguren es un instrumento de una política, en este caso del tarifazo, que la promueve y la decide el presidente de la nación, y (Federico) Sturzenegger es un funcionario que tiende a bajar la inflación a costa de recesión por orden e instrucciones del presidente de la nación”, remarcó el dirigente bancario.

Más adelante, se metió de lleno en el debate interno que hoy tiene la Confederación del Trabajo al decir: “Nosotros hemos planteado ante el remanido discurso de que los dirigentes sindicales tenían que ser sabios y prudentes, que alguna vez se dijo con un fin noble y que no puede ser aplicado hoy, que esa sabiduría o prudencia se transforma en complicidad cuando uno ve día a día que hay compañeros que pierden su empleo, que se pierde el poder adquisitivo del salario y que las políticas tienden a desmejorar la situación de los trabajadores”.

“Nosotros nos retiramos porque como Corriente Federal consideramos que no nos estaban considerando como un espacio de pensamiento dentro de la CGT, a pesar de que a título personal me habían ofrecido un cargo dentro de la estructura. Pero pertenezco a un grupo de compañeros de una treintena de sindicatos que tomamos una decisión política”, describió Palazzo.

Enseguida, el sindicalista consideró que “la segunda diferencia es que nosotros creemos que hay que confrontar ahora y no como una parte de los compañeros que consideran que hay que darle un tiempo a la conducción de la CGT para tomar medidas y este es el punto crucial. Creo que íntimamente los compañeros están a sabiendas de que hay que decretar una medida de fuerza, dependerá de las bases de las organizaciones que estamos planteando que un paro nacional sea de inmediato, lo más rápido posible”.

— ¿Cuáles serían los pLa Bancaria- Palazzo -3 Salvadorasos para lograr la unidad definitiva en la CGT?

— Si bien la mayoría de los congresales decidieron la conformación de la CGT como está hoy, no menos importante es decir que de 212 organizaciones sindicales, quedamos más de 100 fuera de la estructura de la CGT. Esto quiere decir que pueden haber dos o tres sindicatos grandes que tengan muchos congresales, pero la realidad es que más de la mitad de las organizaciones no estamos contenidas dentro de la estructura nacional de CGT. El punto de inflexión es que la CGT tenga un programa y que decida confrontar para llevarlo adelante. Y tiene que tener claramente la defensa del trabajo, la producción y los intereses nacionales. Si nos ponemos de acuerdo en eso, creo que la unidad viene sola, después será el lugar que a cada uno le toca en una lista y el reconocimiento de los espacios políticos que hay en la CGT. Nosotros hemos bregado por el por el reconocimiento de la Corriente para que no todo el mundo piense que la CGT son los tres sectores que acordaron, mas los tradicionalmente denominados gordos o los denominados independientes. Acá hay un pensamiento nuevo en la CGT que busca la confrontación con el modelo político, económico y social de (Mauricio) Macri y entiende que tiene que ser más rápida que como lo plantean otros compañeros. Nosotros pretendemos que se nos reconozca como espacio y desde adentro dar la discusión.

— ¿Cómo considera que la sociedad argentina ve este escenario de tensión dentro de la organización de los trabajadores?

— Lamentablemente los dirigentes sindicales y las organizaciones no tenemos buena prensa, por un lado por errores propios, que tenemos que asumir y hacer la autocrítica, y por otro lado porque los grandes medios de comunicación se encargan de hacer notar todo lo malo de la organización, porque para el poder no hay mejor organización que la que no existe ni mejor delegado que el que no reclama. Entonces, este combinado hace que quizás la sociedad no mire con buenos ojos ni la unidad ni la desunión de la CGT. Sí la empieza a mirar de un modo distinto cuando la CGT se convierte en un instrumento para poder resolver los problemas que día a día tienen los trabajadores. Hoy ese instrumento todavía no aparece porque se tiene que dar un programa y un plan de lucha. Ésta es la gran discusión y el punto de inflexión que se tiene que buscar para la unidad del movimiento obrero, que no se alcanzó en el congreso pero sobre lo que sigo teniendo expectativas. Por eso, los 30 sindicatos que integramos la Corriente decidimos quedarnos y este debate que estamos dando se va a terminar dando por imperio de la necesidad de los trabajadores y triunfará seguramente esta posición que es minoritaria y será mayoritaria después. Es allí cuando la sociedad va a empezar a mirarnos con otros ojos y va a empezar a tener expectativas y quizás esperanza en el movimiento obrero.

— ¿Su no integración a la conducción de la CGT, fue debido a que tuvo que pagar el precio por ser radical?

— En eso no me acomplejo, los compañeros siempre me han tratado con mucho respeto y este siempre ha sido un sindicato plural y abierto, así que nunca he tenido esa distinción discriminatoria de que me quedo afuera por ser radical. Lo político nunca ha sido materia de debate ni de discriminación.

Fotos y video: Salvador Hamoui