Durante la mañana de este miércoles se manifestaron frente a las puertas del CEMAR, acompañados por las autoridades de ATE Rosario. Piden por “algunas leyes laborales del siglo XX” que les permitan tener vacaciones y “poder enfermarse”.
Trabajadoras del Hospital Roque Sáenz Peña advirtieron que en el último tiempo aumentó la cantidad de pacientes que recurren a los centros de salud públicos, al tiempo que pidieron un modelo de país en donde se garanticen derechos como el acceso gratuito a la educación y a la atención sanitaria.
Es debido a la falta de respuestas frente al pedido de pase a planta y mejora en las condiciones laborales. Además, habrá una protesta frente al Cemar.
Fue elegido por las organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud (OPS/OMS) como uno de los dos laboratorios de Latinoamérica donde se implementará un sistema informático de microbiología.
Luego de una etapa muy dura en sentido epidemiológico, el Centro De Especialidades Médicas Ambulatorias Rosario, a través de una conferencia de prensa, confirmó que esta última semana no hubo registros del virus que mantuvo en alerta extrema a la humanidad durante la pandemia.
Médicos y médicas residentes municipales, provinciales y privados, se movilizaron desde el CEMAR (San luis y Moreno) hasta gobernación. Reclaman pagos atrasados y denuncian que no perciben aportes jubilatorios, aguinaldo, y que no les reconocen la antigüedad. Además, piden que se respeten las cargas horarias, los descansos postguardia, el pago a residentes no rentados […]
Las actividades se desarrollarán el próximo sábado en el Cemar y contarán con entrada libre y gratuita.
En las puertas del Cemar pidieron este jueves que se les reconozcan y se les mejoren las condiciones laborales que solicitan desde hace años. Hasta ahora pidieron infructuosamente una audiencia con el secretario de Salud municipal, Leonardo Caruana.
Los manifestantes expusieron que varios residentes prestaron servicios esenciales durante la emergencia sanitaria sin recibir ninguna remuneración por sus tareas.
Se convocaron en las puertas del Cemar y se dirigieron hasta la sede Rosario de la Gobernación. Denunciaron arbitrariedades y pidieron a través de Conclusión que “se cumpla el reglamento” por el cual desarrollan sus tareas.
Según informaron las fuentes policiales, todo comenzó con un llamado al 911 alertando sobre la presencia de un artefacto explosivo. Se activaron los protocolos de emergencia y, tras desalojar el edificio, trabajó en el lugar la Brigada de Neutralización de Explosivos.
Un llamado alertó esta madrugada sobre la presencia de un artefacto explosivo en el edificio público ubicado en Moreno y San Luis. La sección Neutralización de Explosivos determinó, tras un relevamiento, que se trató de una falsa alarma.