Después de haber realizado estudios técnicos, el Gobierno de Sebastián Piñera volverá a la carga en enero, bajo el argumento de que su plataforma continental se prolonga más allá de las 200 millas náuticas.
El ex canciller argentino, quien fue destituido del cargo mientras se encontraba en una gira internacional, detalló que le pidió al Gobierno que demore unos días el anuncio para no quedar “desapoderado en México”, pero le respondieron que la necesidad de anunciar el nuevo Gabinete era “muy grande”.
El presidente de Uruguay dijo que su país tiene “vocación” de integrar el Mercosur pero que también pretende “avanzar hacia el mundo con otros socios”. Felipe Solá recibió un llamado de su par, Francisco Bustillo, aunque desde Cancillería dijeron que no harán comentarios.
Según el canciller, Chile "tuvo numerosas ocasiones para expresar su desacuerdo en forma a nivel bilateral o multilateral en 36 años" y "en ningún momento desde la celebración del Tratado hasta mayo de 2020 hizo planteo alguno que siquiera se parezca al actual".
Ambos fueron convocados tras la presentación de varios proyectos de repudio a la decisión de la administración de Sebastián Piñera de reivindicar para el país trasandino una zona de la plataforma marítima en el Atlántico sur que forma parte de la Argentina.
El canciller argentino aseguró que el Gobierno es "admirador concreto" del discurso del presidente norteamericano, Joe Biden.
En un comunicado, la Santa Sede expuso que "durante las cordiales discusiones con los Superiores de la Secretaría de Estado”, también se expresó “la intención de seguir desarrollando la colaboración en áreas de interés mutuo".
En el encuentro que tuvo lugar el lunes, Argentina solicitó una reducción en el arancel que deben tributar los productos de otros países para ingresar al mercado regional y pidió que se establezca un plan para la relación comercial con estados no miembros.
Los funcionarios argentinos expusieron ante la cumbre de cancilleres del Mercosur y pidieron avanzar en una integración que favorezca el "desarrollo inclusivo".
Con este gesto, el gobierno de Alberto Fernández tuvo un gesto de acercamiento a la administración de Nicolás Maduro, y ratificó que su intención es trabajar para "encaminar soluciones pacíficas, democráticas y respetuosas de la soberanía y de los asuntos internos de cada Estado".
El canciller habló de los dichos de Cristina Fernández y aseguró que “no tiene tiempo para otro laburo”, pero aseguró estar “totalmente de acuerdo” con la vicepresidenta y apuntó al lawfare.
"La decisión fue tomada teniendo en cuenta el compromiso del gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia de preservar la vida del ciudadano", precisa el comunicado oficial.