La filtración se produjo en la planta Fukushima Daiichi, aunque aseguran que el agua contaminada no salió del predio de la empresa. Por el hecho no se reportaron heridos.
El hecho produjo reacciones locales y externas como la de la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajarova, que criticó a Japón por su falta de transparencia y por no proporcionar pleno acceso a la información sobre la liberación de aguas contaminadas.
Desde que el 11 de marzo de 2011 un tsunami arrasara en la costa noreste de Japón, la planta nuclear almacenó más de 1,3 millones de toneladas de agua contaminada con material nuclear.
El gigante asiático tomó la decisión después de que el país nipón comenzara con la descarga al mar de aguas residuales contaminadas por radiación nuclear de Fukushima.
En las ciudades de Tokio, Fukushima y Nagasaki cientos de ciudadanos lo hicieron frente a la Compañía de Energía Eléctrica al grito de “no contaminar el océano”, “cuidar los peces” y “proteger el futuro”.
La costa de la prefectura de Fukushima y Miyagi han sido azotadas por un fuerte sismo. Ya han comenzado a circular distintos videos en redes sociales.
La flamante ministra de Medio Ambiente e integrante del Partido Ecologista, Steffi Lemk, consideró que “el abandono de la energía nuclear es irreversible” y que el país avanza “según lo previsto”. No todos en el país europeo comparten su mirada.
El país registra un promedio de muertes de 2.775 en los últimos siete días, lo que supone un aumento de un 22 % frente a la media de hace dos semanas. Los expertos, además, calculan una tendencia al alza y con la llegada del invierno, podrían alcanzar las 500.000 muertes en mayo.
Según el Departamento de Salud no hay "riesgos para la salud, ni de seguridad, para los residentes de California".
El desastre nuclear contaminó el océano en sólo cinco años y aún continúan escapándose 300 toneladas de desechos radiactivos por día. Pese a los esfuerzos del gobierno japonés y científicos, el ecosistema de la región ya fue afectado.
Como cada año durante toda la jornada, miles de personas depositarán flores en los más de 500 kilómetros de costas de las zonas siniestradas del noreste del archipiélago.
La central nipona alcanzó los niveles de radiación más altos de su historia desde el accidente de 2011. Científicos que trabajan en el lugar dieron cuenta que uno de los reactores está a punto de caer al mar.