Las negociaciones nucleares entre los dos líderes se han visto estancadas desde el fracaso de la cumbre entre Kim y Trump en Hanói en febrero pasado.
Todo comenzó cuando la Agencia Telegráfica Central de Corea ( KCNA es su sigla en inglés) caracterizó al demócrata Joe Biden como un"perro rabioso" al que habría que apalear.
La cita entre Trump y Kim se llevó a cabo nueve días después de la primera visita de Estado de Xi Jinping a Piongyang, un acontecimiento celebrado por la propaganda norcoreana.
La cumbre continuará mañana con una agenda aún desconocida, pero se espera que Trump y Kim intenten avanzar hacia una "definición compartida" de lo que significa la desnuclearización, una tarea no poco ambiciosa dado que Pionyang considera que ese proceso debería incluir también a Corea del Sur.
Estados Unidos, Rusia, el Reino Unido, la Unión Europea y demás países celebraron la decisión, que se comunicó días antes de la reunión de Kim con Trump.
El anuncio norcoreano fue realizado después de que el jefe del estado Mayor estadounidense, general Joseph F. Dunford Jr, dijera que la prioridad en esta crisis no es la militar sino la "presión económica y diplomática".
El mensaje fue enviado mediante un editorial del diario Rodong Sinmun y dirigido al Ejecutivo del nuevo presidente surcoreano, Moon Jae-in, que tomó posesión de su cargo el miércoles tras imponerse en los comicios del martes y poner fin a una década de gobiernos conservadores.
La titular de la cartera fue detenida acusada de negar subsidios públicos y financiación privada a unos 10.000 artistas críticos con el Gobierno.
El líder norcoreano reaccionó tras la nueva solución del Consejo de Seguridad en la cual aumenta sanciones internacionales contra su régimen.