Autoridades competentes informaron que las inundaciones repentinas y derrumbes de casas dejaron medio centenar de personas fallecidas y otras 36 resultaron heridas. Según un informe de la Oficina de las Naciones Unidas, este fenómeno ocurre en uno de los países del mundo más afectados por el cambio climático y el menos preparado para adaptarse.
La presidenta tanzana, Samia Suluhu Hassan, que se encontraba en Dubái para la cumbre de la COP28, dio su "pésame" y afirmó que había "ordenado el despliegue" de ayuda para socorrer a las víctimas.
El Consejo Nacional de Defensa Civil de aquel país confirmó la destrucción total o parcial de más de 35.000 viviendas, al tiempo que unas 38.000 personas se vieron afectadas por las lluvias torrenciales de esta temporada.
Causado por las lluvias torrenciales en siete estados, el fenómeno produjo el desplazamiento de 125.000 habitantes desde hace dos semanas.
Más de una docena de ríos en siete prefecturas ya se han desbordado, generando calles inundadas por completo. En el área metropolitana de Tokio, advirtieron a los residentes que la situación podría empeorar.
El epicentro del desastre fue en Zhengzhou, una ciudad de 10 millones de habitantes localizada 700 kilómetros al sur de Beijing, donde las escenas de caos generaron gran preocupación.
Las lluvias torrenciales provocaron inundaciones y sembraron la desolación desde la isla indonesia de Flores hasta Timor Oriental. Se espera que las condiciones meteorológicas extremas continúen durante toda la semana en la región.
Desde el Municipio aseguran que después de cada lluvia registran cuáles fueron los sectores con anegaciones para profundizar las acciones en esos lugares.
La región más afectada fue la zona sur, donde se mezclan acomodados barrios como Ipanema, Copacabana y Botafogo con favelas construidas en las laderas de los cerros.
Los vientos, acompañados de lluvias torrenciales, arrancaron árboles y derribaron postes eléctricos. Las escuelas permanecieron cerradas y las autoridades recomendaron a los pescadores no salir al mar.
El agua subió más de 1,70 m en algunos barrios de Nabeul (noreste), donde varios puentes y vías resultaron con daños de importancia después de lluvias récord, que en algunos lugares fueron equivalentes a seis meses de precipitaciones.
El ministro jefe de Kerala, Pinarayi Vijayan, indicó en un tuit que su Estado se "enfrentaba a las peores inundaciones desde hace un siglo" con la "pérdida de 324 vidas".