Si bien la actividad económica en la provincia tuvo una retracción en abril respecto a mayo (restricciones mediante), la manufactura santafesina sigue anotando buenos números mes tras mes y alimenta la ilusión de dejar atrás una recesión de más de tres años.
Tras un 2020 que dejó un saldo negativísimo para la industria y el comercio exterior, dos rubros en los que El Ejecutivo provincial buscaba anclar la gestión, señales positivas en este inicio de año, que no alcanzan a compensar la calamidad de años de estancamiento y recesión.
El índice de Producción Industrial (IPI) mostró un descenso del 0,9% respecto de julio, luego de tres meses de variaciones positivas en esa comparación. El dato de Indec pone en duda la reactivación a la que aluden funcionarios, amparados en otras cifras “alentadoras”.
De esta manera, el complejo manufacturero provincial mostró menor nivel de actividad a pesar del bajo punto de comparación interanual que representa agosto de 2018, según el más reciente informe de la Fisfe. El aporte del complejo sojero no logró amortiguar la caída en el resto del espectro.
Yerbateros de Misiones y Corrientes protestan en reclamo de mejores precios para la materia prima y mejores condiciones de comercialización.