El Central relajó en forma parcial la política de base monetaria y de encajes que deben cumplir los bancos, para garantizar la circulación de pesos. Además, se congeló la tasa de referencia en un piso de 58% hasta que se conozca el próximo dato de inflación.
Desde el organismo enfatizaron que "los cambios se mantendrán orientados a garantizar un camino continuo de disminución de la inflación y un buen funcionamiento del sistema financiero".
Para garantizar el "carácter contractivo" de la política monetaria la entidad habilitó a los bancos a integrar tres puntos de encaje en Leliq.
Luego del permiso concedido por el FMI para realizar algunos cambios en la política monetaria, el pasado lunes, la divisa norteamericana retrocedió en la semana (corta por paro y feriado) un 2,96%, casi lo mismo que aumentó la tasa de Leliq, que amenaza con estirar la recesión.
Por segundo día seguido, el Central recortó la tasa de política monetaria, que se colocó en el 67,69%, contra el 67,89% de la jornada anterior, mientras que la divisa escaló 57 centavos.
El dólar anotó hoy su quinta caída consecutiva y su nivel más bajo desde que se puso en marcha en el nuevo esquema de política monetaria establecido el 1 de octubre por el Banco Central de la República Argentina.
El ministro de Hacienda habló de un “programa de reformas” iniciado en diciembre de 2015 y respecto de la actual crisis, que prefiere llamar sólo “recesión” dijo que decidieron “tomar el toro por las astas” y “adoptar una política monetaria muy dura”.
Así lo afirmó el nuevo presidente del Banco Central, Guido Sandleris. Pero aseguró que en breve la inflación caerá porque "va haber menos pesos" para adquirir la moneda estadounidense, lo que generaría una desaceleración en el aumento de los precios.
El ministro de Hacienda admitió que hay una "pérdida del poder adquisitivo", afirmó que "se va a recomponer en los próximos meses a medida que vaya bajando la inflación".
Entre ellos destacan las amenazas de escalada en la guerra comercial entre Washington y Pekín, la crisis de los emergentes o el creciente endeudamiento fuera del sistema bancario.
La moneda estadounidense experimenta una nueva suba debido a la combinación de factores externos, como la guerra comercial entre Estados Unidos y China e internos, como la causa de “los cuadernos”.