El Gobierno de Macron recurrió en marzo a una disposición constitucional especial para forzar la aprobación la medida que eleva la edad de jubilación a 64 años sin someterla a la votación final en el Parlamento.
Pese a que cientos de miles de personas, convocadas por las centrales sindicales, protestaron desde enero contra esta reforma jubilatoria, el presidente la promulgó en abril con la intención de que entrara en vigencia en septiembre.
El anuncio se produce un día después de que cientos de miles de personas reclamaran en las calles, por décima vez desde enero, la retirada de la reforma que retrasa la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030.
El Parlamento definirá este jueves la medida en el marco de otra protesta organizada para llevarla a cabo durante el momento de la votación. Ante la posible sanción los sindicatos ya empezaron a reflexionar sobre los pasos a seguir debido al fuerte rechazo popular que la deslegitima.
Dos de cada tres franceses, según los sondeos, se oponen a su plan de retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y de adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años para cobrar una pensión completa.
Con la medida, los trabajadores insistirán para que el Gobierno de Emmanuel Macron retire la reforma que retrasa la edad jubilatoria de 62 a 64 años y el período de cotización para cobrar una pensión completa que hoy es de 42 años y busca llevarla a los 43.
Convocados por cuatro sindicatos, los franceses están llamados a un paro generalizado, que servirá como indicador del margen de maniobra del presidente Emmanuel Macron para aprobar su presupuesto para 2023 y su polémica reforma de las pensiones.
París fue testigo, como lo viene siendo en los últimos tiempos de la protesta a través de la cual las organizaciones de trabajadores exigen que no se reforme la ley de pensiones y que se abran “negociaciones constructivas”.
Junto a los los agricultores franceses, las organizaciones de los trabajadores se comprometieron a acompañar y unirse a los manifestantes que desde el 17 de noviembre irrupieron en las calles para oponerse a los aumentos de combustibles, gas y electricidad.