Las implicaciones que tiene esta prueba, que tuvo lugar en 2019, “no se pueden exagerar, ya que esto hace indefensible incluso al endurecido comando de la Otan y a las instalaciones de control en Europa”.
Rusia y Turquía decidieron parar la escalada, desde la medianoche local, que provocó una crisis humanitaria. Desde el Observatorio Sirio de Derechos Humanos aseguraron que “hay ausencia total de aviones de guerra ruso en el espacio aéreo de la zona.
El presidente turco expuso su propuesta durante el tercer día de represión en la frontera griega contra miles de migrantes. Francia calificó sus palabras como “un chantaje”.
La ofensiva sirio-rusa en Idleb ha causado una catástrofe humanitaria y el mayor éxodo forzoso de personas desde el comienzo de la guerra en Siria, en marzo de 2011.
"Mientras estamos reunidos aquí para rezar y reflexionar sobre la paz y el destino de los pueblos que bordean el Mediterráneo, al otro lado de este mar se está produciendo una inmensa tragedia", manifestó el sumo pontífice.
El presidente Recep Tayipp Erdogan dijo que la intervención de sus fuerzas armadas es una “cuestión de tiempo” y que se está entrando en los últimos días “para que el régimen sirio detenga su hostilidad”.
Según los primeros indicios, todos los muertos fueron ejecutados por disparos en la cabeza.
Más de 5,5 millones de sirios ya escaparon del país y se refugiaron en los países vecinos, mientras que más de 6 millones buscaron refugio dentro del país desde que empezó la guerra.
Es la segunda vez esta semana que un helicóptero sirio es derribado en el noroeste de Siria. Otro fue abatido tres días atrás cerca del poblado de Nairab.
Los combates en Idleb, último bastión en Siria de los insurgentes, han desplazado a más de medio millón de personas y hecho añicos un alto el fuego acordado entre Turquía y Rusia en 2018.
Desde diciembre, el Ejército sirio ha conquistado decenas de localidades en Idleb, una región fronteriza con Turquía que es el último gran bastión de los rebeldes alzados en armas contra Damasco desde 2011.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo hoy que no permitirá que el Ejército de Siria gane más terreno en la norteña región siria de Idleb, un día después de la muerte de varios soldados de ambas partes en combates entre fuerzas de los dos países.