La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y las cámaras empresarias tampoco alcanzaron hoy un acuerdo paritario en la cartera de Trabajo, por lo que las conversaciones continuarán de forma «privada» y se reanudarán oficialmente el jueves próximo, informó esta tarde el secretario de Relaciones Internacionales del gremio, Francisco Gutiérrez.

El dirigente gremial explicó luego del encuentro en la sede laboral de la Avenida Callao al 100 que «la paritaria ya está un mes atrasada» y que «los números y las diferencias son grandes».

«Se acordó un cuarto intermedio hasta el jueves próximo. El gremio ratificó el reclamo de mejora salarial del 30 por ciento, pero los empresarios están lejos. Sería importante una mediación de Trabajo», afirmó el también secretario de Interior de la CGT.

Gutiérrez admitió a Télam que «hubo avances, aunque pocos», y adelantó que las partes continuarán las conversaciones de manera informal hasta reunirse otra vez en Trabajo el jueves 11 en procura de «acortar las diferencias y acercar las posiciones».

«Persiste una gran diferencia en los números. A partir de mañana se intentará achicarla parar avanzar», puntualizó el sindicalista.

Gremialistas y empresarios reanudarán de forma oficial el diálogo en Callao al 100 a partir de las 15 del jueves próximo, en el marco de la conciliación obligatoria, que vencerá el viernes 19.

Por la parte sindical asistieron hoy a Trabajo, demás de Gutiérrez, los dirigentes Abel Furlán, Enrique Salinas, Raúl Torres, Naldo Brunelli y José Ortiz, indicaron fuentes gremiales.

La cartera laboral dictó la Ley 14.786 de conciliación obligatoria el viernes último para evitar un cese de actividades, que el gremio había decidido iniciar el martes en todas las empresas metalúrgicas durante treinta minutos por cada hora de trabajo.

Ante la decisión oficial, el sindicato suspendió la protesta, en un contexto en el que las cámaras patronales ofertaron una recomposición de los haberes del 20 por ciento en dos cuotas.

Los secretarios generales de la UOM se habían reunido ayer en la sede gremial porteña del barrio de Villa Lugano para analizar alternativas, como reducir el porcentaje reclamado a un 25 o 26 por ciento, lo que fue rechazado por un grupo de dirigentes del interior, que ratificó la demanda original del 30 por ciento.