La agrupación H.I.J.O.S. cumplió este martes 25 años y ratificó su reclamo de Memoria, Verdad y Justicia para las víctimas de la última dictadura cívico militar. Desde el organismo, además, alzaron nuevamente el pedido de cárcel común para los genocidas, ante el pedido de ex militares de acceder a prisión domiciliaria ante la pandemia del coronavirus.

En el marco del aniversario, la agrupación de derechos humanos ratificó que «el único lugar para los genocidas es la cárcel común y el tacho de basura de la historia».

Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S.) nació el 14 de abril de 1995 a partir del encuentro, ocurrido en la localidad cordobesa de Río Ceballos, de descendientes de detenidos-desaparecidos entre 1976 y 1983.

Los jóvenes comenzaron a reunirse y, buscando justicia para sus padres, realizaron escraches en las viviendas de genocidas –quienes se encontraban en libertad por las leyes de Punto Final, Obediencia Debida y los indultos- bajo la consigna “Juicio y Castigo”, reclamando que se retomen los procesos judiciales por delitos de lesa humanidad.

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“Comenzó con unos adolescentes en un encuentro en un campamento en Córdoba, hijos de desaparecidos que nos habíamos criado con las madres y las abuelas, y pensábamos que teníamos que hacer nuestro aporte. En ese año había un sistema de impunidad legalizado con la obediencia debida y el punto final”, recordó Juane Basso, referente de Hijos Rosario, en diálogo con Conclusión.

“El modelo económico era el mismo de la dictadura, que había torturado y desaparecido para imponer el modelo neoliberal. Reclamábamos el juicio y castigo, hacíamos escraches en las casas de los represores para reclamar que andaban libres. En las calles nos encontrábamos con desocupados, trabajadores de fábricas que cerraban, gremios que sufrían la apertura exportadora y el ajuste. La impunidad y el neoliberalismo han ido de la mano”, señaló el referente de la agrupación.

Sobre esos años, el hombre mencionó: “Teníamos el deseo de ser parte de un proceso de cambio, transformación, no queríamos a los genocidas sueltos, que los nietos sigan sin conocer su identidad”.

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Para Basso, “esos años fueron de resistencia, de condena social, que pensábamos que mientras más grande fuera, más difícil se iba a hacer sostener el sistema de impunidad. Ese modelo explotó en 2001. Y lo que vino después vino a repensar la política económica y a juzgar a los genocidas”.

Y continuó: “Fue un proceso que nos hizo pasar de la resistencia al avance en algunas de nuestras luchas históricas. Tuvimos momentos de avances y retrocesos, como fue en el macrismo. A 25 años estamos en un momento esperanzador, cuando las banderas de Memoria, Verdad y Justicia vuelven a la Casa Rosada”.

Sin embargo, para Basso quedan “deudas” de democracia, como la justicia, “por eso pasa lo de las prisiones domiciliarias de los genocidas, uno de los reclamos actuales de la organización. Estos 25 años nos permiten ver el camino andado, que no es poco. Hay cientos de genocidas condenados. Muchos están en proceso todavía. Hay un país que abraza a las Madres y a las Abuelas. Pero también hay muchas deudas».

Lazo indestructible

La militancia en Hijos, además de las luchas por la defensa de los derechos humanos, generó una unión muy especial entre los integrantes. «Con el compañero nos une un lazo de confianza indestructible, que nos hacía pensar que así fue con nuestros padres. Conocimos una dimensión humana diferente: la militancia, en la que nos unen lazos indestructibles de confianza. Otro tipo de amistad porque está unida por definiciones muy profundas, consensos, acuerdos, entonces el lazo es muy potente», expresó Basso.

«Para HIJOS una de nuestras banderas fue pelear por una sociedad más justa como lo hicieron los desaparecidos. Y en este contexto nos muestra el sentido de la memoria, nadie se salva solo, y hay quienes dieron la vida por eso, por la salida colectiva. Así que está bueno reencontrarnos con este mensaje en el contexto actual. Por eso siempre nos pensamos con otras organizaciones de derechos humanos, políticas y gremiales», agregó el militante.

Por último, detalló que «nunca perdimos de vista que lo que construimos fue una organización para que aquellos que se identifiquen con el objetivo sean bienvenidos. La dictadura golpeó al pueblo argentino, entonces todas las generaciones son como hijos, decimos que todos son hijos de la misma historia. Con esa concepción también pensamos a HIJOS».

Saludo de Casa Rosada

Entre los saludos por el 25º aniversario de esta organización, se encontraron los del presidente y la vicepresidenta del país. “Hoy la agrupación H.I.J.O.S. cumple 25 años de lucha por memoria, verdad y justicia por los 30.000, que fueron sus padres y sus madres. Gracias a esos jóvenes, que hoy ya han crecido y madurado, por mantener viva la llama”, expresó Alberto Fernández.

En tanto, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner expresó: “Hace 25 años nacía H.I.J.O.S.… aquel grupo de jóvenes que irrumpió en las calles para reclamar Verdad y Justicia por sus padres y madres… Indetenible marea de Memoria contra la impunidad”.