El aumento de las facturas de la energía e impuestos y los salarios estancados golpearán fuerte a las familias británicas el próximo año como consecuencia del impacto de la suba en el costo de vida, tras un año marcado por la debacle de la economía debido a la pandemia, según analistas económicos.

En noviembre la inflación del Reino Unido se disparó a un máximo de 10 años alcanzando un 5,1% interanual, y se espera que supere el 5% para marzo de 2020.

Según la Fundación Resolution (RF), millones de familias británicas se enfrentan a una «catástrofe del costo de vida» en abril del próximo año.

Los analistas estiman que las familias tendrán que pagar 1.200 libras más al año, equivalente a unos 1.600 dólares estadounidenses, entre el precio de la energía y la entrada en vigencia de un aumento en las contribuciones a la Seguridad Social (NIC).

El aumento se repartirá entre un incremento del 1,25% en las contribuciones al Seguro Nacional que le costará al hogar promedio unas 600 libras al año, equivalente a unos 800 dólares, y el límite más alto de las facturas de energía que agregará otras 500 libras (671 dólares) adicionales al gasto.

También el impacto de la quiebra de muchas empresas en el sector de la energía supondría añadir otras 100 libras esterlinas a las facturas de gas y electricidad.

Los clientes de las empresas de energía que quebraron como consecuencia del aumento de la crisis energética que afectó al Reino Unido y a gran parte de Europa, se han trasladado a nuevos proveedores, pero eso significa que podrían pagar una tarifa diferente, y potencialmente más cara, que su acuerdo energético anterior.

Según concluyó la fundación, los salarios reales ya están cayendo y es probable que continúen haciéndolo durante la mayor parte de 2022 y, en ese contexto, la intención actual del Gobierno es que los impuestos y las facturas de energía aumenten de la noche a la mañana.

Los analistas creen que el Gobierno no tiene opciones de política sencillas para mitigar este enorme aumento de precios, cuyas causas están en gran medida fuera de su control, pero sin embargo aún puede tomar medidas como proporcionar algún alivio a través del sistema de impuestos o beneficios, o limitando directamente el aumento de la factura de la luz de forma temporal.