Medio millón de trabajadores de bancos brasileños comenzaron un paro por tiempo indeterminado. La medida de fuerza, decidida tras cinco rondas infructuosas de negociaciones, tiene alcance nacional y afectará el atendimiento al público tanto en entidades privadas como estatales, dijo a la AFP un asesor de prensa de la Confederación Nacional de los Trabajadores del Ramo Financiero (Contraf), de la Central Única de los Trabajadores (CUT).

«El país está en crisis, pero el sector no y sigue teniendo  lucro. Esperamos retomar las negociaciones, pero eso depende ahora de la Federación Nacional de Bancos», explicó. Los sindicatos reclaman una mejora salarial de 14,78%, que contempla una compensación de la inflación (de 9,57% de promedio en doce meses, según el pliego de reivindicaciones), más un 5% de aumento.

También pretenden subir el piso salarial, de unos 1.800 reales (casi 550 dólares al cambio actual) a 3.940 reales e incrementar el bono que reciben como participación en el lucro de las empresas.

Tras cinco ruedas de conversaciones, la federación «no presentó una propuesta decente», afirmó la Contraf en una nota. Las corporaciones bancarias habían ofrecido una mejora salarial de 6,5% más un abono de 3.000 reales, entre otros beneficios, pero la propuesta fue rechazada.

Los cajeros electrónicos continuarán abastecidos con efectivo y las cuentas podrán cancelarse durante la huelga vía internet o en otras dependencias, como los correos.